Ante la luz de un nuevo cirio pascual, cientos de feligreses se congregaron en la Catedral de León para la misa del Domingo de Resurrección, presidida por el padre Antonio Borja.
Dando inicio a los 50 días que dura el tiempo pascual, el sacerdote comenzó la ceremonia indicando que repetiría una oración para bendecir el agua de los feligreses que trajeran el líquido, para posteriormente pasar por toda la iglesia bendiciendo a los asistentes.
Pascua. Foto: Edith Sosa.
El padre Borja pidió especialmente por las personas que ya fuera por enfermedad o alguna otra situación no pudieron salir de sus hogares para estar presentes en la celebración e invitó a que se recordara con gozo la resurrección del Señor.
En esta celebración, en el Evangelio se narra cómo es que María Magdalena descubre que el sepulcro de Jesucristo está abierto y corre a decírselo a los apóstoles, quienes descubren que el cuerpo no está y es ahí donde entienden las escrituras al referirse que Jesús resucitará de entre los muertos.
Si meditamos la escritura experimentamos el dolor de la traición de aquel que vendió a Jesús por unas cuantas monedas; con Cristo estuvimos en esa cena sintiendo el momento de servicio, donde somos llamados también a servir; con Cristo llegamos al viernes donde la iglesia guardaba luto. Con Cristo vivimos su pasión. Y así vivimos momentos de dolor y de tristeza hasta llegar al sábado, a la solemne Vigilia Pascual, y con él experimentamos su resurrección”, recordó el padre en su homilía.
Portando las vestimentas blancas que usará hasta el domingo de Pentecostés, el sacerdote se dirigió al pueblo exhortándolos a que en su día a día vivan la resurrección de Jesús, haciéndolo presente en todos los actos que realicen y ayudando al prójimo.
El domingo de Pascua es uno de los más importantes para la iglesia católica, ya que la resurrección es el argumento del cristianismo, por lo que esta celebración dominical suele contar con gran afluencia, como fue el caso de la misa en Catedral.
Anuncian misa con intérprete de señas
Antes de dar por terminada la celebración pascual, el sacerdote anunció que a partir del próximo domingo, en la misa de 10 de la mañana, habrá una persona traduciendo la celebración a lenguaje de señas, para que las personas con discapacidades auditivas participen activamente de la ceremonia.
