León, Guanajuato.- Ignacio Ambriz logró que la Fiera se metiera a una zona de récords donde destruyó casi todo. Ahora, el técnico esmeralda ingresará a un terreno escabroso para intentar aniquilar a los monstruos del timón.

Nacho, que ya paladeó un título de Copa y uno de Concacaf, buscará su primera corona en la Liga del máximo circuito, algo todavía más sabroso.

De los ocho técnicos que calificaron a la liguilla del Clausura 2019, dos son debutantes en nuestro balompié y cinco de ellos ya pueden presumir al menos una corona en la Liga.

“Tuca”, Alonso, Caixinha, Vázquez y Herrera ya saben cómo ganar esto que llaman “un torneo aparte”.

El domador de la Fiera se sostiene sobre la firmeza de los números en la primera fase del torneo y sentencia que puede conquistar la octava aun cuando para otros, equipos como Tigres y Monterrey son máximos favoritos al título.

Nacho cree en su equipo y cree en él.

Esta fe que profesa creció conforme se peleó cada balón en la cancha, hubo contundencia frente al marco rival y solidez para defender la meta propia. Así, un triunfo se convirtió en dos, dos en tres y tres en 12 de manera consecutiva.

No solo calló la boca a quienes pensamos que sería otro torneo de suplicio para el León, también Ambriz superó al mismo Ambriz en ese pronóstico conservador de ponerse como meta llegar al sexto lugar.

Nacho salió avante a través del riesgo sensato con el que decidió la disposición táctica del León, cambiando su forma de juego para trazar un rediseño de acuerdo a las características de sus futbolistas.

También, supo lidiar con las limitantes que el trajín del torneo le impuso con las lesiones. Tan es así que su mejor hombre en la banca es Luis Martínez, preparador físico que supo mantener en gran forma al cuadro base que logró la racha histórica de victorias.

Es aquí donde Nacho debe evitar la embriaguez que a veces produce “la fiesta grande” y mantenerse abstemio a los experimentos en la liguilla. Si algo ha hecho bien, es salvaguardarse firme para darle la pelota al de mejor momento y no al de más jerarquía.

De entrada, sería bueno que condicionara los juegos del León para miércoles y sábado, rebelándose a la televisora y a la Selección juvenil para conservar a un elemento clave como J. J. Macías hasta una potencial semifinal, antes de irse al Mundial juvenil.

Si algo tienen en común los técnicos campeones que estarán en la liguilla es que, para alcanzar la corona, han sido fieles a sus convicciones jugando feo, efectivo o espectacular, obligando a cumplir sus exigencias, expresando palabrotas, presionando, influyendo y peleándose con todo mundo.

Hoy tenemos a un León que luce con la pelota y para resanar los puntos débiles que pudiera adolecer, en estos juegos que definirán al rey del torneo se requiere de un técnico con sangre caliente para aniquilar a los rivales y cabeza fría para saber hacerlo en una tierra llena de monstruos en el banquillo y una que otra criatura extraña que ronda en la Liga.

Twitter @geraslugo

 

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