Aún no se define el destino de Novak Djkovic y se desconoce si podrá buscar su título 21 en el Abierto de Australia.
El asunto volvería a los tribunales y su resolución podría tomar tiempo, dando a Djokovic la oportunidad de jugar el Abierto.
Consideraciones legales, políticas, deportivas y diplomáticas son las que se interponen en el destino de Novak.
El serbio fue incluido provisionalmente entre los inscriptos, pero la saga en torno a su visa y su negativa a vacunarse no ha terminado.
Su futuro inmediato está en manos del ministro de inmigración de Australia Alex Hawke, quien decidirá si anula la orden de un juez que permitió al tenista permanecer en el país o lo deporta.
Australia exige a todo extranjero la vacuna contra el COVID-19 para entrar al país. Lo que se está decidiendo es si Djokovic tenía una exención válida.
Sus abogados dicen que, dado que se contagió del COVID-19 en diciembre, puede ingresar a Australia.
La asociación de tenis de Australia se quejó de que las regulaciones no son claras y cambian constantemente.
El gobierno está analizando la decisión original de darle una visa al tenista. También tomará en cuenta el hecho de que la solicitud de Djokovic contenía errores.
Djokovic admitió el miércoles en las redes sociales que dijo erróneamente que no había viajado a ningún sitio en los 14 días previos a su llegada a Australia.
Lo atribuyó a un “error humano” de sus colaboradores y aseguró que no fue algo deliberado.
Los abogados del tenista seguramente pedirán que se deje la medida en suspenso.
En caso de ganarlo, quedaría solo al tope de la tabla de tenistas con más títulos de grand slam.
Actualmente está empatado con Roger Federer y Rafael Nadal, todos con 20 títulos.
Su debut está programado para la semana que viene, ante su compatriota Miomir Kexmanovic.
Mientras se resuelve el caso, Djokovic podría ser obligado a permanecer en un centro de detención.
Y si fuese deportado, no podría solicitar una visa australiana por tres años. El serbio tiene 34 años, lo que implica que tal vez no tenga otra oportunidad de ganar el Abierto Australiano.