En el día a día, Donovan Carrillo enfrenta retos tanto o más complicados que los que asume en las pistas de hielo del mundo.
El tapatío es el primer mexicano que clasifica a una final olímpica de invierno y celebra el logro como fruto del trabajo y también de la resistencia ante comentarios que muchas veces trataron de herirlo o de menospreciar su carrera.
“No me molesta que me llamen gay porque no lo soy, lo que me molesta es que usen la palabra gay como un insulto o como algo dañino para mi persona y mi trabajo”, lanzó el mexicano en una entrevista previa a los Juegos Olímpicos de Beijing 2022.
El video viral de Donovan Carrillo a ritmo de Juan Gabriel
Paradójicamente, la fama de Donovan Carrillo se impulsó en 2016, cuando se viralizó el video de una de sus competencias, en la que se acompañaba por música de Juan Gabriel. En redes sociales recibió cientos de insultos por supuestamente “promover la homosexualidad” o simplemente por participar en un deporte “que no es de hombres”.
Entonces entendió que así como muchos mexicanos se enorgullecen de verlo patinar, otros lo atacan por el machismo arraigado en este país.
“Es muy importante que desde niños, los padres fomenten que el futbol o el básquet lo puede practicar una niña porque a veces esos deportes son muy estereotipados al igual que el patinaje”.
¿Donovan Carrillo es parte de la comunidad gay?
Justo después de su competencia de 2016, Donovan usó las redes sociales para responder preguntas de aficionados y recalcó su postura ante los comentarios homofóbicos.
“El hecho de que yo patine no quiere decir que lo sea (gay). Así como un futbolista no garantiza que sea heterosexual& Admiro y respeto a la comunidad LGBT porque convivo con muchos de sus miembros pero no soy parte de esa comunidad”.
Entró al patinaje por un “flechazo”
Donovan, nacido en Guadalajara pero que entrena en León desde 2013, responde a todas las preguntas con soltura. Le confiesa a la Agencia AFP, por ejemplo, que el gusto por el patinaje sobre hielo le nació por “conveniencia” hace poco más de 10 años.
“Mi hermana era la que patinaba y yo de pronto la acompañaba a los entrenamientos. Y gracias a que la acompañaba conocí a una niña que me gustó. Para tratar de conquistarla convencí a mis papás de que me metieran en clases de patinaje”.
Donovan conquistó a su pequeña enamorada, pero luego le perdió la pista. Y lo que nunca pudo dejar fue justo eso, la pista de hielo.
“Después sé que ella fue modelo un tiempo, en Guadalajara. Luego se mudó a otra ciudad y dejó de patinar. Yo la dejé de ver, pero aunque fue por ella por lo que empecé a patinar, ya no decidí salirme, sino que me enfoqué de lleno en el patinaje”.
Hoy Donovan Carrillo inspira a miles y espera que ese sea su legado en el deporte mexicano, sin importar la homofobia, el machismo o la envidia.
“Detrás de todo esto está el sueño de un niño que nunca se rindió. Mi mensaje para todos los mexicanos que van a ver los Juegos es que no importan las adversidades que se les presenten, trabajen duro y nunca se rindan”.