Los equipos dejaron lo mejor para el segundo tiempo al empatar la primera mitad 0-0.

Primero fue Romelu Lukaku el que desató la locura de los londinenses con un cabezazo letal en posición de clásico número 9 que dejó sin opciones a Weverton.

Y cuando parecía que los Blues se lanzarían en busca de sentenciar el partido, Thiago Silva cometió un insólito penal que todo Palmeiras pedía, pero el árbitro no vio en primera instancia, por lo que se dejó asistir por el VAR, que le mostró a las claras lo sucedido e hizo justicia.

Del disparo se hizo cargo el paraguayo Rafael Veiga y lo convirtió a los 63 minutos para poner de nuevo en carrera al campeón de la Copa Libertadores.

En el minuto 117, el árbitro cobró penal por una clara mano de Luan y Kai Havertz convirtió con mucha categoría para poner el 2-1.

Chelsea se corona campeón del Mundial de Clubes.

 

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