La bronca entre aficionados de Querétaro y Atlas dejó una veintena de lesionados y hasta ahora ningún muerto, al menos esa es la versión oficial de las autoridades, aunque testigos tienen otra perspectiva.
La madrugada del domingo, horas después de la pelea en el Estadio La Corregidora de Querétaro, los aficionados del Atlas regresaron a Jalisco y ahí narraron el horror.
“Un amigo cercano falleció. Vi muchos muertos”, narró un hincha del Atlas, entrevistado por medios tapatíos afuera del Estadio Jalisco.
“Los cuerpos estaban inertes en el suelo y los siguieron golpeando. Incluso a uno ya fallecido le picaron la cabeza con un picahielo para luego quitarles su ropa. Le sacaron absolutamente todo incluso ya muerto”.
“Estaba todo premeditado”, señala un testimonio
Los testimonios son de una escena de horror y algunos hablan de un ataque premeditado y coordinado con los elementos de seguridad privada de La Corregidora.
“Probablemente estaba todo premeditado. A nuestra afición nos prohibieron ingresar con monedas y ellos tenían picahielos, navajas y hasta pistolas. Hay videos donde se ven que los policías abren las rejas”.
El primer reporte de Protección Civil de Querétaro fue de una veintena de heridos, dos de ellos de gravedad, pero ningún fallecido, versión cuestionada por expertos del medio deportivo y por los propios testigos de la agresión.
“Estaba el partido totalmente normal, incluso aburrido. Íbamos ganando y sólo había cánticos normales del partido. De repente vemos cómo los aficionados de Querétaro corren fuera de su zona hacia nosotros desde todos lados: por la derecha y por la izquierda. Nos acorralaron”.
Se fueron sobre las familias de Atlas
Según este testimonio, los barristas del Querétaro atacaron a familias enteras de aficionados del Atlas.
“Lo primero que hicieron fue dirigirse a la zona familiar y pegarle a los que estaban allí. Toda la manada nos encapsuló y la policía, en vez de ayudarnos, empezó a abrir las rejas para que pudieran pegarnos”.
Para colmo, cuando trataron de salir de las tribunas, se toparon con más barristas enloquecidos.
“Cuando quisimos escapar por la puerta de salida, vimos que en toda la tribuna del visitante ya había gente de Querétaro porque la policía también les abrió esas puertas. Nos acorralaron y nos apedrearon”.