Continúan las investigaciones y las autoridades del estado de Querétaro ya habían notado irregularidades en el Grupo de Seguridad K9 encargado de la vigilancia en el Estadio Corregidora.
José Luis Aguilera, recordó que, semanas antes de la tragedia, guardias de seguridad fueron detenidos por no aprobar pruebas toxicológicas ya que laboraban bajo los influjos de estupefacientes durante los partidos de los Gallos Blancos.
El 19 de febrero, a través de su cuenta de Twitter, la policía estatal de Querétaro informó que, tras un operativo sorpresa, habían “retirado” a dos guardias del grupo K9 previo al duelo Gallos-Mazatlán por no aprobar los exámenes antidoping a los que se sometió a varios de los elementos que se encargarían de la seguridad esa tarde en el inmueble.
“El 19 de febrero, en el partido Gallos-Mazatlán, detectaron, a través de un operativo sorpresa, a dos guardias de K9 intoxicados y con órdenes de aprehensión, fue hace unas semanas. Desde ese momento pedimos que se les retirara el permiso (a K9) , pero nada pasó”.
Para Aguilera, hay pruebas suficientes que confirman que K9 y Martín Espinoza, su propietario, mantenían una relación con la barra La Resistencia, de Gallos Blancos.
“Hay una relación de la porra con Martín, claro que la hay. ¿Cómo te puedes explicar que entran tijeras, navajas al estadio? , ¿de dónde salieron las varillas?”
Los días pasan tras la tragedia en el estadio La Corregidora y poco o nada se sabe de las responsabilidades de la empresa de seguridad privada a cargo del operativo en el Querétaro Vs Atlas.
El pasado domingo, el gobierno del estado informó del retiro de registro, así como de la cancelación de cinco contratos que se mantenían con la empresa K9, propiedad de Martín Espinoza.
Ese mismo día, se pudo conocer la convocatoria para reclutar guardias para el partido entre Gallos y Zorros, a los que se les prometían 300 pesos y agua como pago.
Esto, aunado a la serie de videos publicados en redes sociales donde se exhibe la mala operación de los guardias de K9 durante los hechos violentos, pusieron en el ojo del huracán a la empresa y a su propietario.
“El que debe estar en la cárcel es el dueño de la empresa de seguridad privada K9. El primer detenido debió ser Martín Espinoza”, aseguró José Luis.