El partido entre Senegal y Egipto del repechaje africano por un boleto al Mundial de Qatar 2022 se convirtió en un escándalo internacional luego de que el público apuntó láseres en contra de los futbolistas visitantes durante todo el encuentro que se definió en penaltis.

El juego de vuelta se disputó en el Estadio Olímpico de Diamniadio, en Dakar, Senegal, con la necesidad de los locales de revertir un 1-0 en contra que se dio en la ida. Sin embargo, desde el inicio eran demasiado desmedidos los ánimos de los 50 mil espectadores. 

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Desde las gradas había decenas de personas con láseres verdes buscando afectar la visibilidad de los egipcios. Mientras en la cancha, Boulaye Dia puso el 1-0 a favor de los senegaleses. Así terminaron los 90 minutos y se fueron al tiempo extra, en donde tampoco se movió el marcador. 

Todo se definió en la tanda de penaltis, con todas las personas apuntando sus láseres contra los cobradores de los “Faraones”, sin que el árbitro o alguna autoridad hiciera algo por suspender el partido hasta tener las condiciones adecuadas. 

Las imágenes del delantero Mohamed Salah de Egipto con infinidad de luces verdes en su cuerpo dieron la vuelta al mundo, en un hecho bochornoso para el repechaje africano. 

Y la artimaña del público de Senegal funcionó ya que los visitantes apenas metieron uno de sus cuatro cobros, mientras los de casa sellaron su boleto al Mundial de Qatar 2022 con un tanto de Sadio Mané. 

Mientras la FIFA no ha dado ninguna postura al respecto, en redes sociales se hicieron muchas críticas y burlas por lo escandaloso de lo sucedido.

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