El juego de la Liga Española entre el Cádiz y el Barcelona fue detenido al minuto 82 cuando un aficionado sufrió un problema cardíaco en la tribuna.
El marcador estaba 2-0 a favor del Barcelona en la recta final, cuando la atención de los aficionados se centró en la propia tribuna y comenzó el movimiento entre el personal de banca de ambos equipos.
Jeremías Ledesma, portero del Cádiz, acercó a las gradas para saber qué pasaba y al enterarse de que supuestamente un aficionado sufría un problema cardiaco, pidió un desfibrilador a un paramédico.
El portero cruzó la cancha con el aparato y lo lanzó a la tribuna para que los aficionados lo llevaran a la zona en la que el aficionado ya era atendido.
En la cancha, algunos jugadores se postraron para orar por la salud del aficionado, como el uruguayo Ronald Araujo.
Sergio Busquets, capitán del Barcelona, se acercó al árbitro para conocer qué seguía en el juego. El partido fue suspendido tras alrededor de 20 minutos de espera.
Tras casi 40 minutos, el duelo se reanudó y Barcelona aumentó la diferencia. Ansu Fati marcó el 3-0 y Osumane Dembélé puso el 4-0 final ya en la reposición.
Así le salvaron la vida al aficionado
Dos horas después del juego se supo que el aficionado salvó la vida.
En entrevista con la cadena Cope, el médico y aficionado Juan Jesús confirmó que fue él quien acudió a la zona en la que el aficionado sufría un dolor en el pecho.
“(El aficionado) tendrá unos 70 años. Estaba inconsciente”, narró el médico, quien confirmó que fue vital, literalmente, el desfibrilador llevado por el portero Jeremías Conan Ledesma.
“Ha necesitado el desfibrilador y entubarle. Han sido hasta tres descargas previas al traslado”.
El médico informó que el aficionado está en un hospital y aunque no se ha revelado su estado de salud, “Ha podido salvar la vida”.