Cristiano Ronaldo confía en que hará un gran papel en la cita cumbre del futbol mundial.
Y no es la primera vez: este hombre de confianza ilimitada en sí mismo no termina de aceptar los problemas que trae la edad y confía en que la Copa del Mundo le permitirá poner fin con gloria a una carrera notable.
Su entrevista explosiva con Piers Morgan días atrás ha preparado el escenario para un par de semanas en las que el delantero portugués de 37 años irá al todo o nada y quedará con escaso margen de maniobra si fracasa.Es una gran apuesta. Pero Cristiano, autor de su propia historia con una trayectoria repleta de trofeos, difícilmente habrá tenido en cuenta la posibilidad de un fracaso.
Se ha convertido deliberadamente en el centro de atención en Qatar al librar una guerra pública contra el Manchester United y ofrecerse en el mercado.
El interrogante es si se trata de confianza en sí mismo o autoengaño.
A la baja con el Manchester United
Viendo sus actuaciones en la cancha en esta temporada, la realidad le ha propinado un golpe duro. El arranque veloz parece cosa del pasado. El nivel de energía no es el que era. Y acaso lo más sorprendente, esa habilidad especial ya no existe.
De los 21 partidos que jugó el United esta temporada, Cristiano participó en 16 y anotó tres goles.
Dos de esos goles fueron contra el Sheriff FC de Moldavia en la Liga Europa, uno de ellos de penal. El otro fue un gol del triunfo contra Everton, el número 700 de su carrera.
A pesar del hito que significó ese gol en la Liga Premier, las estadísticas no apoyan la idea de que puede tener una gran presencia en el Mundial. Pero por lo que dijo en la entrevista, Cristiano evidentemente cree que el técnico de United, Erik ten Hag, lo ha usado poco y mal.
El Mundial le dará la oportunidad de demostrarlo, porque si su desempeño en el torneo es similar al que tuvo en el club, es difícil saber quién querrá contratarlo.
Sus 24 goles la temporada anterior no le aseguraron un contrato con uno de los grandes clubes de Europa, y nada indica que el panorama ha cambiado. Sus críticas a su técnico, empleadores y compañeros de equipo en la TV internacional difícilmente atraerán ofertas cuando se abra la ventana de transferencias en enero.
Queda por verse si el Botín de Oro como máximo goleador en Qatar y el avance de Portugal a las instancias finales cambia el panorama. Pero sin duda es su última oportunidad para prolongar su carrera en el fútbol de elite.