Aunque no podía percibirse cara a cara la felicidad que emanaba en ese momento, su voz lo decía todo: estaba emocionado… y no era para menos, pues hablar de una labor que va más allá de lo deportivo, demuestra disciplina y compromiso en una sociedad ávida de ello.
Enfermero por vocación, Andrés Orozco experimenta la vida en múltiples facetas y, con un apoyo que suele ir más allá de lo terrenal, el futbol es una práctica que suele vivir la mayoría de su vida con una misión que pretende ir más allá de un campo de juego verde.
“Lo que buscamos es llegar a los jóvenes, alejarlos de los problemas de adicción, cambiarles el chip y generar una conciencia a nivel mental. Buscamos una mentalidad ganadora a base de muchísimo trabajo, dedicación y esfuerzo”.
Hace 15 años inició el emprendimiento de un sueño para él, pues a más de 400 kilómetros de distancia de León, Guanajuato, pudo cimentar la primera parte de una travesía que, al día de hoy, sigue persistiendo en su mente.
En Lo De Villa, un pueblo que se ubica a una distancia de 18.62 kilómetros del centro de Colima, se creó el primer equipo en la trayectoria de Andrés: Guerreros Lo De Villa, donde comenzó a usar una metodología que, empleando el futbol como recurso, prepara a los jóvenes para las problemáticas de la vida cotidiana.
“Cada cabeza es un mundo, por eso buscamos generar problemas en el futbol para que los chicos sepan reaccionar con un entrenamiento basado en puras problemáticas como el problema de resolver un dos contra uno, el cómo generar espacios o desprenderse de la marca. Por ello buscamos crear una conciencia única con empeño, trabajo, compromiso y esfuerzo”.
Sin embargo, el mundo fue azotado por la pandemia del COVID-19 y aunque el panorama no lucía alentador, aquello solamente fortaleció el carácter y la disciplina de Andrés quien, con una visión llena de bondad, decidió ir más allá y beneficiar a más jóvenes con la creación de una liga que comienza a tener más y más difusión.
“El proyecto fue crear una liga formativa y es la Liga de Occidente donde reunimos a equipos de Colima, Michoacán y Jalisco en dos categorías que van desde los 12 hasta los 20 años. Esto ayuda a que ellos, los jóvenes, tengan una mayor oportunidad de desarrollarse en las canchas y no pierdan esa esencia de luchar por sus sueños”.
Con un total de 12 equipos, escuadras como City Fut y Real Sociedad Michoacán, disputan esta liga buscando seguir con su desarrollo en el deporte en distintas competencias amateurs y, con la próxima edición cerca, la Copa AM significa mucho para ellos, pues Andrés da una poderosa razón:
“Esta Copa sirve como desarrollo para ellos y por eso tratamos de abrir oportunidades para los muchachos. Sé cómo trabaja el profe Everardo Sánchez (organizador) y por eso creemos que es una vía para que ellos tengan más visorias, oportunidades y espacios para que se den a conocer y, consigo, también nuestro circuito”.
Y es que, aunque considera no haberse encontrado con obstáculos durante todo este recorrido, cree en la mejora constante y, por esta razón, espera una mejor relación entre el profesionalismo y ligas como la de él.
“Más que obstáculo, yo creo que la falta de oportunidades para los jóvenes termina por pesar porque de verdad que hay una apertura en las ligas amateur y nos apoyamos, sin embargo, no he visto un acercamiento real con los circuitos profesionales y es allí donde deben mejorar, no para nosotros, sino para los jóvenes que luchan por ese sueño”.
A pesar de ello, el sueño sigue intacto para Andrés Orozco y sus muchachos, quienes seguirán alistándose para competencias de alto nivel como la Copa AM, donde espera seguir usando al deporte como una vía para una labor de mejora en la sociedad.
“El deporte significa para mí esa vía de mejora, de ayudar a los muchachos a alcanzar una estabilidad emocional, desarrollarlos, darles oportunidades y mejorar su autoestima para afrontar las situaciones inesperadas de la vida diaria”.
Así, el sueño seguirá para él y los múltiples jóvenes que convergen no solo en la Copa AM, sino en las distintas competencias amateurs que existen alrededor de la República Mexicana.
Sin embargo, en ello hay una fórmula y es la paciencia, pues como él mismo lo dijo alguna vez, mientras se daban los preparativos de esta charla: “Cuando se pueda… hay más tiempo que vida”.