Lo que parecía ser una fiesta blaugrana en el último partido del 2022 en casa para el Barcelona de Xavi, terminó con un sabor muy amargo al empatar por la mínima ante Real Club Deportivo Espanyol.
Y es que, a pesar de tener control la mayor parte del cotejo gracias a la tempranera anotación de Marcos Alonso apenas a los siete minutos, la debacle se hizo presente en el complemento.
La polémica presente en el Camp Nou
A los 73 minutos de partido, Mateu Lahoz, el árbitro español de 45 años de edad, desató los abucheos de todo el Camp Nou al marcar un supuesto empujón dentro del área sobre Joselu, el ‘9’ de la visita quien no desaprovechó la pena máxima para emparejar las acciones.
“Que Mateu Lahoz sea árbitro de primera división demuestra el enorme deterioro de la Liga Española. Un colegiado que se cree más importante que los futbolistas no debería pitar nunca un partido al máximo nivel”, fueron parte de los comentarios en redes sociales.
Sin embargo, no todo quedó allí, pues en un lapso de dos minutos, Jordi Alba (78’) de Barcelona y Vinícius Souza (80’) del Espanyol, fueron expulsados por segunda tarjeta amarilla, aunque en el caso del jugador blaugrana, todo se tornó mucho más polémico, pues vio la tarjeta roja gracias a sus constantes reclamos hacía Lahoz.
A pesar de los constantes intentos de los culés por vía de Andreas Christensen y Robert Lewandowski, un concentrado Álvaro Fernández les negó la anotación sobre la compensación.
De esta manera, el empate se consumó y, con un juego polémico, las dos escuadras despiden el 2022 con un mar de tarjetas al acumularse un total de 17: 15 amarillas y dos rojas.