Cristiano Ronaldo y Jorge Mendes formaron una de las sociedades jugador-representante más exitosas en la historia del futbol, que se rompió porque el llamado “súper agente” no pudo conseguir un contrato con el Bayern Múnich o con el Chelsea.
El delantero portugués consideraba a Mendes como su segundo padre. En series en plataformas de streaming y en numerosos actos públicos quedaba de manifiesto el cariño entre ambos. Sólo que cuando se trata de cuestiones profesionales, lo sentimental queda de lado. El periódico español El Mundo reveló las razones de la ruptura.
“O me consigues Chelsea o Bayern o rompemos”, le habría dicho Cristiano a Mendes.
Sí, Cristiano acabó en el Al-Nassr de Arabia Saudita, con un salario anual de 200 millones de euros que lo convierten en el jugador mejor pagado de todos los tiempos, pero en un principio el futbolista no se veía en esas latitudes.
La relación con Jorge Mendes comenzó en 2002, cuando al elemento de las fuerzas básicas del Sporting Lisboa lo representaba Jorge Veiga. A CR7 y a Mendes los presentó un amigo en común. El agente convenció, antes que nada, a Dolores Aveiro, madre del futbolista.
“En los momentos más difíciles estuvo y siempre está disponible”, reza Dolores en uno de los capítulos del libro “La clave Mendes”, mismo en el que Cristiano redactó el prólogo.
Si el portugués es un “súper agente”, eso lo debe particularmente al fichaje de Cristiano Ronaldo. Después, también al de un técnico que habría de hacer historia como lo es José Mourinho.
Pero el cuento de hadas terminó después de esa explosiva entrevista de CR7 que orilló al Manchester United a romper con él. El Bayern Múnich no quiso abrir la chequera por un jugador de 37 años, mientras que el Chelsea sí la abrió, pero por otros perfiles.
Cristiano ha abierto frentes en los últimos meses, primero con los Red Devils, el club de sus amores, después con el timonel de Portugal, Fernando Santos, y ahora con Mendes.
El futbolista es representado actualmente por Ricardo Regufe, aunque se dice que la agencia de representación de este tiene vínculos con Gestifute, propiedad de Mendes.
El Mundo refiere, además, que el futbolista gastó 11 millones de dólares en una mansión en Quinta da Marinha, que tendrá 2 mil 720 metros cuadrados, jardín, dos albercas, cancha de tenis y garage, y en la que pretende que vivan no sólo su esposa e hijos, sino también madre, hermana y sobrinos.