Tan sólo cinco años después los Eagles están de vuelta en un Super Bowl. Este domingo superaron de manera dominante por marcador de 31-7 a los 49ers que prácticamente jugaron sin QB al lesionarse dos de sus mariscales de campo en esta final de Conferencia Nacional de la NFL.
El conjunto de Philadelphia hizo pesar la localía del Lincoln Financial Field en un juego que fue una pesadilla para los visitantes. Apenas en el primer cuarto Brock Purdy se lastimó el codo de su brazo derecho tras un golpe de la defensiva y tuvo que salir del campo.
Lo peor para San Francisco es que jugaron este duelo definitivo con su cuarto quarterback Josh Johnson, quien fue un desastre y además también se fue lesionado por conmoción en el tercer cuarto. Así que volvió Purdy a los controles, pero sin poder lanzar el ovoide.
Mientras tanto, los Eagles explotaron su juego terrestre con el que lograron un touchdown con el corredor Miles Sanders en el primer cuarto. Otro más del mismo jugador en el segundo periodo y remataron con un TD de Boston Scott antes del descanso.
Por parte de 49ers, solamente el corredor estrella Christian McCaffrey metió las manos con una anotación por tierra en el segundo cuarto.
Ya para la segunda mitad del juego, fue un trámite para la franquicia de casa que remató con otro TD de su mariscal Jalen Hurts, que acabó con números discretos de 121 yardas por aire y 39 yardas por tierra.
Al final del choque, se encendieron los ánimos por la frustración de San Francisco, que llegará a 28 años sin conseguir el título de la NFL.
Por su parte, Philadelphia Eagles está de regreso en un Super Bowl luego de su aparición en la edición del 2018 en la que se coronaron ante New England Patriots.
Sólo esperan su rival que saldrá entre Bengals y Chiefs en la final de conferencia americana.