El jueves 27 de abril del 2023 se recordará como un día negativamente histórico en la carrera de Julio César Urías Acosta como ligamayorista.
Los números hablan por sí solos: seis carreras y par de cuadrangulares en 5.2 entradas de trabajo ante unos Piratas de Pittsburgh (18-8) totalmente encendidos al tomar el liderato de la zona central de la Liga Nacional.
Aquello significó su tercera derrota consecutiva para una marca de tres victorias y misma cantidad de derrotas en lo que va del 2023 donde, además, ostenta una irregular efectividad del 4.41.
“Cada uno de nosotros se enfoca en hacer el trabajo, no importa el número que seas, simplemente como abridor hacer el trabajo que es lo que me toca y simplemente hoy fallé. Hay que hacerlo mejor para la otra, hay que decirlo como es”.
Tajante en sus preguntas y sin ahondar mucho en ello, “El Culichi” demostró su claro descontento en zona mixta posterior al juego, esto al sentirse poco certero sobre el montículo más allá de la buena o mala labor que puedan hacer los umpires a la hora de cantar las bolas y los strikes.
La respuesta
Toda esta racha del mexicano, acompañado con el mal inicio de los Dodgers (13-13) al ser segundos del Oeste de la Liga Nacional, está claro que nos ha sorprendido a todos los aficionados mexicanos a la Major League Baseball (MLB) y, sobre todo, a la carrera del sinaloense.
Seguramente, tú como yo, también te has preguntado: ¿Qué está pasando con Julio Urías?
En busca de una contestación certera a esta pregunta, con pláticas entre amigos aficionados al Rey de los Deportes, ese mismo día por la tarde tuve una conversación interesante con uno de mis gurús en la comprensión de este deporte que se concentra en una simple bola de 108 costuras.
Errante por naturaleza, pero seguidor confeso de toda la carrera de Urías desde su debut en 2016 con la franela de, dicho sea de paso, su equipo favorito, me dio una apreciación bastante correcta que creo tiene muchísimo sentido.
“Desde el Clásico Mundial me llamó muchísimo la atención una cuestión: a Julio lo vi delgado… Su complexión es robusta y no le está sentando nada bien. Lo mismo le pasó al ‘Toro’ Valenzuela y al ‘Big Papi’ (David Ortiz). No soportan ese cambio drástico, pero volverá a su rutina natural y todo cambiará para bien”.
Y esto cobra muchísimo sentido pues, para persistir en la élite, me parece que el mexicano está pasando por un muy comprensible proceso de adaptación en todos los sentidos.
Y es que además de su cambio físico bastante plausible, está comenzando a cambiar su manera de lanzar.
Sabemos de antemano que, aún y con sus 628 ponches en 143 juegos de por vida en Las Mayores, él no se ha caracterizado por ser alguien ponchador y, desde hace par de años atrás, es algo que ha buscado con más insistencia.
Claro ejemplo de ello son los 35 chocolates que ya suma en sus primeros seis juegos del 2023.
Este año pinta para seguir en aumento, pues después de un 2019 con 85, el 2020 llegó a 45 por los juegos reducidos debido a la pandemia.
Sin embargo, en 2021 tuvo su pico más alto en este departamento con 195 abanicados, situación que cambió en 2022 con solo 166, por ello no parece descabellado que comience a buscarlos con ahínco.
A recuperar terreno
Así pues, tras poner todas las estadísticas sobre la mesa, me parece que simplemente faltará que Julio se adapte a esta nueva forma de vida en el beisbol de élite.
En vísperas de convertirse en el segundo mejor agente libre del mercado solo por detrás de Shohei Ohtani, este será un punto de quiebre determinante en su ya exitosa carrera profesional.
Por lo pronto, toca esperar el repunte magistral de, para su servidor, el mejor mexicano en la MLB.
PD: Creo que esta es la columna más larga que he hecho desde que nació este proyecto, pero valió mucho la pena.
PD 2.0: A pesar de su mal momento, sigo pensando que este será el año de Julio César Urías Acosta, tal y como sentencié en columnas anteriores.
Nos vemos pronto para seguir hablando de la de 108 costuras.
-El Dugout del Gabo.