Unas horas después del fallecimiento de Antonio La Tota Carbajal, los recuerdos, las vivencias y las anécdotas se agolpan en las personas que fueron marcadas por el gran “Cinco Copas”.
Uno de ellos es José Luis Lugo, el legendario “Gato” que maravilló a toda una ciudad con sus vistosos lances y atajadas defendiendo la tradicional franja del Unión de Curtidores.
Aquello no lo habría podido lograr sin la figura del “Cinco Copas”, pues siempre fue sinónimo de motivación e inspiración para concretar el sueño del profesionalismo.
“Desde chiquillo él fue mi ídolo, lo vi jugar en La Martinica cuando tenía apenas ocho años de edad y él salió campeón en la temporada 51-52 y 55-56 (con el León). Tiempo después se convirtió en todo un mentor en mi carrera profesional”.
Una trayectoria profesional que llegó a convertirse en una exitosa gracias a los consejos de Carbajal que, después de un fructífero primer acercamiento en la temporada 1973-74 con su llegada al Unión de Curtidores, el futbol logró cimentar una relación para la eternidad.
“A mí, como portero, comenzó a darme consejos de manera muy especial. En los entrenamientos nos llegábamos a quedar media hora después y siempre me ayudó en los achiques, parados y todo lo que necesita un buen arquero. Todo eso lo fui aprendiendo con él”.
Un aprendizaje que, después del retiro del ‘Gato’ en 1981, se trasladó a los banquillos al ostentar una enorme conexión llena de confianza, respeto y disciplina.
“En 1985 lo contacta el Atlético Morelia y recibo su llamada para acompañarlo como auxiliar porque necesitaba una persona de confianza. No lo pensé dos veces y nuestro trato personal aumentó cada vez más”.
Porque el futbol es muestra de un trabajo en equipo, Lugo y Carbajal fortalecieron una entrañable relación en tierras purépechas donde, por azares del destino, la vida los colocó juntos por más de una década.
“Se apoyaba en mí y yo en él. Convivimos mucho al grado de que su familia me vio como parte de la suya y viceversa. Fue algo que he atesorado toda mi vida. Llegamos por medio año y terminamos allí juntos durante 11 años en total (desde 1985 hasta 1996)”.
Destino o coincidencia, “Don Toño” le cambió por completo la vida al “Gato” Lugo que hoy, en un doloroso adiós tras 34 mil 274 días de existencia, su recuerdo quedará grabado dentro de su ser para siempre.
“Fue mi ídolo al principio, después mi entrenador y, al final, después de todo, fue un padre para mí”.
LA ANÉCDOTA
“En Morelia, él (Carbajal) empezaba a perder la vista y en un partido, creo que contra el América, el ‘Fantasma’ Figueroa falló un gol muy claro, a lo que me dijo:
-Gato, sácame al ‘Mudo’ Juárez.
Yo le respondí que no fue el ‘Mudo’, sino que fue el ‘Fantasma’, a lo que me volvió a responder:
-Pues de todos modos, tú sácame al ‘Mudo’.
Todos los que estaban en la banca se rieron y aquello quedó como una divertida anécdota con él”.