A tan sólo 14 meses de los Juegos Olímpicos de París 2024, el deporte acuático mexicano se encuentra en uno de los momentos más críticos de toda su historia.
Ana Guevara, la actual titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) ha restringido el apoyo a las disciplinas acuáticas (natación, clavados, waterpolo, etc.) por la negativa de los atletas de apoyar a Kiril Todorov como presidente de la Federación Mexicana de Natación (FMN).
Como efecto dominó, la gravedad de la situación ha ido en aumento y, en consecuencia, un claro efecto negativo se ha presentado en varios atletas.
“La situación es muy difícil y a nosotros no nos queda más que contarles la verdad tanto a ellos (deportistas) como a sus padres. Hacerles saber a los muchachos que el proceso no está siendo nada sencillo y los apoyos escasean por parte del gobierno federal”, señala Rodrigo Villaseñor, entrenador de la selección leonesa de waterpolo y parte del cuerpo técnico de la Selección Nacional, quien confiesa un claro disgusto por la falta de atención a un deporte que está ávido de ello.
“El problema es burocrático y todas estas acusaciones contra Todorov, más aparte las declaraciones de (Ana) Guevara, provocan que se aumente aún más la dificultad de ser invitados a competencias internacionales, al ser un país totalmente conflictivo en lo político, lo cual no se ve bien y pues los últimos culpables son los atletas”.
Los deportistas son aquellos protagonistas que suelen arriesgar toda una vida en búsqueda de un sueño que, por múltiples adversidades como la actual, suelen desmotivarse gravemente en lo psicológico.
Aquello ha generado un sentimiento al que jamás habría querido recurrir Villaseñor, pues el representar a tú país debería ser motivo de absoluto orgullo y progreso en lo individual y colectivo.
“Los deportistas son los últimos culpables, pero funcionarios como Ana Guevara son totalmente ajenos a sus emociones y les importa poco su sentir, y lo digo con mucho pesar: hoy estamos resignados porque a nivel nacional estamos muy mal. Antes era un orgullo ser convocado a la Selección y hoy parece restarte más de lo que llega a sumarte”.
La luz al final del túnel
De acuerdo con el testimonio del estratega, los incentivos otorgados por el gobierno municipal y estatal se traducen en ese aliciente que, con creces, les ayudó a cumplir ese enorme sueño de viajar a otros países como Colombia y Brasil
“Agradecidos siempre con el apoyo ‘brutal’ del municipio y estado que pagaron el 80% de nuestro viaje más reciente a Brasil, porque del gobierno federal no recibimos ni un peso”.
Más allá del sinuoso presente que vive el deporte acuático mexicano, la esperanza sigue intacta para Rodrigo Villaseñor y decenas de entrenadores que, como él, esperan que a todo esto se le encuentre una solución tarde o temprano.
“Yo sigo aquí porque alguien tiene que hacer el bien y verdaderamente soy un apasionado del deporte. Quiero regresarle a la comunidad lo que ella me dio en su momento que fue una enorme salvación de un mal camino al que siempre estuve expuesto. Al menos quiero hacer el intento por cambiar las cosas porque siempre hay una luz al final del túnel”, sentenció.