La bochornosa tarde del miércoles 19 de julio 2023 quedará muy notoria en el recuerdo de Julio César Urías Acosta por haberse escrito el episodio deportivo más lúgubre de su trayectoria profesional (hasta ahora) como lanzador profesional en la Major League Baseball (MLB). 

Y es que desde la primera entrada, el zurdo de 26 años de edad sufrió en el Oriole Park con la aceptación de cuatro carreras en su catorceava apertura del año con la franela de los Dodgers de Los Ángeles

Aquello simplemente fue el inicio de una estrepitosa labor sobre el montículo de dicho escenario en Baltimore, pues fue maniatado con dos carreras más en el tercer inning, una en el cuarto y misma cantidad en el quinto. 

Con evidente frustración en su figura, Urías abandonó el juego dejando números que no son habituales en sus presentaciones: 

  • 5.0 entradas. 
  • 8 hits. 
  • 8 carreras. 
  • 1 jonrón. 
  • 2 bases por bola. 
  • 2 ponches. 

Dichos números dejaron una preocupante efectividad de 5.02 que simplemente sirvió para sellar la PEOR apertura de su carrera en Grandes Ligas. 

El resultado final dictaminó una pizarra de 8-5 favorable para los nuevos líderes de la División Este de la Liga Americana quienes, dicho sea de paso, evitaron la barrida ante los angelinos. 

“En el primer inning me dieron respaldo mis compañeros, no pude aguantar eso y desde ese momento empezaron todas las frustraciones con la mecánica y con las consistencias de mis lanzamientos. Desde el primer inning no supe responder a mis compañeros que me dieron un apoyo tremendo”, sentenció al finalizar el cotejo. 

Y es que, en el beisbol, también suceden lecciones de vida. 

No todo es color de rosa. 

No todo es victoria. 

No todo es felicidad. 

No todo es celebrar. 

A veces hay que tocar fondo. 

A veces hay que saborear el amargo sabor de la derrota. 

A veces hay que sentir la frustración. 

A veces hay que llorar por la derrota. 

El año ha sido muy diferente al esperado para “El Culichi”, pero quizá así estaba ya predestinado a hacerlo. 

¿Por qué? Porque es un año de total transición y adaptación en su carrera profesional. 

Entre un cambio físico necesario y una lesión que lo alejó por un tiempo del diamante, Urías debe tomar este 2023 como un año lleno de frustraciones y amarguras, pero a la vez de aprendizajes y lecciones para el futuro. 

En esa vía deberá perfeccionar su pitcheo y manejar mejor sus emociones, pues como él mismo dijo después de la derrota: “…empezaron todas las frustraciones”. 

Julio Urías en plena acción ante los Orioles de Baltimore. Foto: Agencia AP.

Sí, Julio ya podrá tener 26 años de edad y siete años como profesional en Los Ángeles, pero está transición deberá hacerlo mucho más maduro para convertirlo en un auténtico pitcher de élite que, además de responder en Postemporada, mantenga una enorme consistencia a lo largo de todo el año.

Con siete victorias y seis derrotas, Julio Urías deberá corregir sus errores y sobresalir en el futuro inmediato para llegar a esa cúspide de éxito que todos conocemos. 

“Traté de apresurar mi cuerpo. Obviamente voy a tratar de ver el video y trabajar en la semana para sentirme igual (mejor) en cinco días”. 

PD: Si no me creen que es un pitcher de playoffs, aquí les dejo su récord:

Ocho victorias y sólo tres derrotas, siendo en el título de la Serie Mundial del 2020 cuando escribió su mejor registro con cuatro victorias y un salvamento en el último juego ante Rays. 

PD 2.0: Su frecuencia de pitcheos en este 2023…

  • Recta: 550 pitcheos (45.4%)
  • Slurve: 352 pitcheos (29.1%)
  • Cambio: 194 pitcheos (16%)
  • Cutter: 115 pitcheos (9.5%)

-El Dugout del Gabo.

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