Irapuato.- ‘¡Trinca, Trinca, Trinca!’, rugió el Estadio Sergio León Chávez cuando a 12 minutos de haber iniciado el partido de este sábado, el Irapuato metió el primer gol de la jornada.
A pesar de que poco después comenzó a llover, la afición no abandonó el ánimo y siguió apoyando con entusiasmo al equipo de Liga Premier, que compitió por primera ocasión en casa.
Los Hijos de la Mermelada adornaron las gradas que les fueron asignadas con listones y pendones con frases como “Los de siempre”, “Se viene por el sentimiento” o “Freseros y orgullosos”, además de alegrar el ambiente con bombas de humo rojo y azul que controlaban al ritmo de los bombos, las trompetas y las porras que aclamaron los aficionados.
Las cervezas, los refrescos y las botanas circularon por un Sergio León Chávez considerablemente lleno en el que los asistentes agitaban banderas, aplaudían y propinaban insultos a Los Lobos ULMX de Celaya, equipo que enfrentó a la Trinca y con quien se empató a un gol.
Una vez que comenzó a oscurecer, los aficionados encendieron las luces de sus celulares para apoyar a su equipo, al tiempo que “la ola” se extendía por todo el estadio, cuyas instalaciones lucían en buenas condiciones, a pesar de que algunas partes del campo de juego estaban parchadas o no tenían pasto.
Al terminar el partido, los aficionados se congregaron en las inmediaciones del Estadio y continuaron cantando porras, compartiendo sus experiencias e intercambiando opiniones.
Andrea Montibeller, quien se dijo aficionada de cuna e incluso se tatuó una fresa cuando la Trinca pasó a Primera División, compartió la emoción que le provocó el regreso del Irapuato, pues comentó que la Trinca es “su vida, su relax y su momento”.
Martín Torres, quien se dijo “fresero a morir”, aseguró que el ambiente de la afición fue indescriptible, así como que tiene confianza en que el equipo llegará a primera división.
“Trae equipo el Irapuato, creo que vamos a hacer un buen torneo”, aseguró.
Por su parte, Eduardo Zamora, quien se dijo aficionado desde los cinco años, compartió que el empate lo dejó satisfecho y se siente muy contento de que en Irapuato haya fútbol profesional nuevamente.
Tras dos años de estar sucio y en mal estado, con el marcador 1-1 regresó el Estadio Sergio León Chávez, con un empate que en palabras de Luis Fernando Soto, entrenador de la Trinca, supo a derrota.