Pese a su desastroso fin de semana en Japón, Sergio Pérez celebró el sexto título de constructores de Red Bull.
El mexicano, colaboró con 223 puntos de los 623 que acumula el equipo de las bebidas energéticas hasta el momento, sin contar su abandono en la carrera de Suzuka.
“Es un día bueno para el equipo, no tan bueno para mi, pero un buen día para consolidar el Campeonato de Constructores”, aseguró el tapatío.
Checo no pudo controlar la serie de obstáculos que se le presentaron desde la arrancada hasta que chocó con el Haas de Kevin Magnussen.
“Desde que solté el clutch empecé a patinar, creo que los neumáticos se enfriaron bastante, calculamos mal temperatura y no tuve nada de tracción y llegando a la primera curva me hizo sándwich Sainz y Hamilton”.
“Tenía el auto dañado y era muy difícil seguir en la curva rápida, sabía que lo tenía que intentar en la lenta y cuando me metí ya no tuve más espacio que tocar a Magnussen y fue totalmente mi culpa”, dijo.
Pérez se quedó en boxes mientras reparaban el RB19 para volver al trazado y cumplir con la penalización de 5 segundos y evitar futuras repercusiones.
El azteca sigue segundo en el Campeonato de Pilotos a 33 unidades de distancia de Lewis Hamilton.