En octubre de 2022 disfrutábamos días de suma euforia por el paso de las Abejas en la LNBP. A estas alturas de ese mes, la quinteta leonesa se consolidaba como monarca de zona encaminándose hacia un título histórico.
Un año después, el camino para conquistar el bicampeonato vuela en la dirección correcta. Como buen rey, las Abejas lideran la tabla general en igualdad de puntos con Fuerza Regia, a falta de ocho juegos en la etapa regular. El camino será más sinuoso para llegar a un nuevo título, aunque por lo visto en la duela la esperanza está firme.
Tras 22 temporadas disputadas en la LNBP, conseguir dos coronas seguidas no es fácil para la mayoría de los equipos de esta liga en una época donde Fuerza Regia mantiene hegemonía ganando cuatro trofeos de campeón en las últimas seis temporadas. Solo Mexicali y las mismas Abejas se han interpuesto en el camino de los regios.
Las buenas decisiones tienen a León mandando en la LNBP. Luego de la salida de Pablo García, que ahora estando al frente de Fuerza Regia es enemigo directo, el nuevo coach de los leoneses, Guillermo Narvarte, no dejó espacio para las dudas al mantener al equipo defendiendo cabalmente su corona desde que se inició el torneo.
Sabemos bien que los contratos de la LNBP son volátiles en la gran mayoría de los casos y que el presupuesto no siempre alcanza como para mantener el mismo roster por muchos años.
Aun así, la directiva de las Abejas logró mantener a Wayne Langston, Joseph Soto, Tommy Nuño y a Juanito Contreras como puntales del equipo campeón y quienes se han compaginado bien con Alexis Elsener, Aleksander Kappos, Cody Demps y Martkeith Cummings.
El viernes pasado asistí al duelo en el que las Abejas avasallaron a Freseros. Resultó una noche de fiesta, más de cien puntos en la victoria leonesa ante un Domo de la Feria que lució prácticamente abarrotado.
En nuestro país somos reacios para aceptar a franquicias que vieron su nacimiento en una ciudad diferente por lo que me dio gusto ver metida a la afición con las Abejas. Niños, jóvenes y adultos a un solo grito.
Muchas veces hemos dicho que la ciudad de León da para tener más de un equipo profesional y hoy se vive aquí algo especial con el basquetbol.
Cierto es que los jugadores de las Abejas no acaparan las redes sociales y que sus declaraciones no detienen la impresión de los diarios, aún así, tienen al Domo convertido en una colmena donde trabajan héroes desconocidos que defienden a un equipo leonés que gana cada vez más adeptos.
Los triunfos son amores.
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