Un día después de las declaraciones de Erick N., quien negó las acusaciones por presunta complicidad en abuso sexual a una menor, Vanessa, mamá de la joven Danae, reafirmó su postura y pidió que siga el proceso legal contra el entrenador de karate y su hermano, Axel.
Yo, como se los dije en algún momento, no tengo que demostrar nada porque en su momento lo hice público con toda la documentación correspondiente. Entiendo que él (Erick) ahorita quiere decir que no es verdad porque se le acabó su ‘minita de oro’ y yo no tengo ningún problema, pero a mí no me ha buscado”, comentó Vanessa en entrevista con Súper Deportivo.
Alrededor de las seis y media de la tarde del pasado miércoles, varios padres de familia y alumnos de Erick N., se dieron cita en el dojo de la Deportiva del Estado para exigir el regreso de su sensei y, de paso, esclarecer la situación legal con la Comude León luego de tres días sin entrenar.
Después de estos reclamos de los padres de familia, Vanessa hizo hincapié en la lucha que seguirá junto a su hija, Danae, quien se sintió mal por lo suscitado en la Deportiva del Estado, pues en la búsqueda de la justicia, también ansía poder regresar a la práctica del karate.
Mi hija ayer se puso mal porque, como ella misma lo ha manifestado, son dos años de esta lucha, por eso lo que ahora yo quiero decir es que exhorto a las autoridades a que sigan haciendo su trabajo y no caigan en la presión de algunos papás porque esto es un problema serio y él (Erick) está inmiscuido en todo esto, al estar dentro de la carpeta de investigación. Yo sigo y seguiré en esta lucha hasta que se haga justicia”.
El conflicto
Desde el viernes 13 de octubre, el organismo decidió rescindir el contrato a Erick, 11 días después de que, según el testimonio de Vanessa, el lunes 2 de octubre, durante su visita a la Fiscalía General de Guanajuato, se lo encontró junto a su abogada.
Cuando llegué él estaba allí con su abogada y supe que fue a poner una queja porque quería ver la carpeta y no se la mostraron, entonces se quedó un rato allí; después de eso, la abogada se acercó a donde estaba yo con mis abogados, empezó a tomarme fotos y, en esta parte de impotencia, le empecé a reclamar y gritar hasta que mis abogados decidieron que me alejara”.
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