Cientos de deportistas y miles de aficionados chilenos participaron en la colorida inauguración de los Juegos Panamericanos Santiago de Chile 2023, donde 600 mexicanos pelearán por las medallas.

Los Juegos tuvieron una sencilla, pero espectacular apertura en el Estadio Nacional. Sorprendió que las tribunas no estuvieran llenas, pero en la cancha las emociones fueron en aumento.

La ceremonia arrancó con muestras de los bailes y culturas originarias de cada región chilena, con 600 voluntarios que en el lapso final ejecutaron escuchando poemas de Gabriela Mistral y Pablo Neruda, los dos escritores chilenos que ganaron el Premio Nóbel.

La parte cultural cerró con una arenga de la actriz Amparo Noguera, quien destacó la riqueza de la sociedad chilena y reconoció la hermandad de los 36 países que forman el continente, aunque en realidad son 41 los representativos inscritos.

Sin duda el bloque más emotivo fue el desfile de las delegaciones, con 7,000 deportistas inscritos en la edición 19 de los Juegos Panamericanos.

Argentina abrió la carretada de aplausos, superada naturalmente por la delegación chilena. Los mexicanos fueron encabezados por el taekwondoín Carlos Sansores y la basquetbolista Karina Esquer, sonrientes al frente de un grupo de alrededor de 100 deportistas.

En total, México será representado por unos 600 atletas, en unos Juegos que han registrado a aproximadamente 7,000 participantes y que se extenderán hasta el domingo cinco de noviembre.

Tras el desfile de las delegaciones, Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional y Gabriel Boric, presidente chileno, dieron los discursos oficiales.

El encendido de la antorcha

Con los picos nevados de la cadena montañosa como testigos silenciosos, el Estadio Nacional — llamativamente con sus tribunas incompletas — quedó en penumbras hasta que por la simbólica “Puerta de la Memoria” que homenajea a las víctimas del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) ingresó la nadadora cinco veces olímpica Kristel Köbrich con la antorcha olímpica.

El coliseo fue escenario de hazañas deportivas, pero su nombre también está ligado a las atrocidades cometidas durante los primeros meses de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Se estima que entre 20,000 y 40,000 personas pasaron por el estadio hace medio siglo, cuando la dictadura pinochetista lo habilitó como centro de detención, tortura y ejecuciones.

La llama luego pasó por las manos del medallista olímpico en tiro Alfonso de Iruarrizaga, el ex futbolista Iván Zamorano, los campeones olímpicos de tenis Fernando González y Nicolás Massú y Lucy López, de 93 años, primera medallista chilena en unos Juegos Panamericanos, quien encendió el pebetero mientras decenas de drones dibujaron en el cielo imágenes alusivas a la diversidad cultural del continente.

Los grupos locales de rock Los Jaivas, Los Bunkers y Los Tres le pusieron ritmo a la fiesta panamericana, que se cerró con la presentación del músico pop colombiano Sebastián Yatra.

*Con información de AP.

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