Luis Chávez (27 años, Jalisco), protagonizó un inusual capítulo veraniego en el futbol mexicano. Cuando podía recibir un sueldo estratosférico al seguir en la Liga MX, decidió partir hacia Europa contra los comentarios de aficionados, directivos y hasta medios de comunicación.

El mediocampista, titular de la Selección Mexicana, fichó por el Dinamo de Moscú, con el que se ha consolidado y suma dos goles.

Pero, desde que dejó a los Tuzos del Pachuca, rechazando una oferta millonaria de Rayados de Monterrey, Chávez apenas si ha dado declaraciones. Hoy lo hace con Súper Deportivo, esperanzado en que su historia, con todo y detalles, muestre que el futbolista mexicano puede dejar su zona de confort para aventurarse en Europa con su calidad como carta de presentación.

Luis, has tenido la suerte de ir cumpliendo tus sueños, como llegar a Europa y ahora tu primer gol en el Dinamo. ¿Qué sensación te generan estos logros?

“Bueno, mucha ilusión, mucha felicidad… Voy poniéndome objetivos siempre y trabajo, la verdad, muy fuerte para poder cumplirlos, y cuando cumples objetivos así, te da mucho orgullo, mucha felicidad y obviamente quieres más. Hoy en día, personalmente la verdad que me siento muy bien, he cumplido sueños, he ido cumpliendo objetivos y espero poder cumplir muchos más”.

Me interesa que me cuentes para vos qué es salir de la zona de confort a nivel futbolístico…

“Bueno, en Pachuca creo que había cumplido un ciclo ya en mi carrera, habíamos logrado un título, habíamos conseguido entrar a Concachampions, jugado partidos importantes, habíamos perdido una final también y ya había cumplido cuatro años en el club, sentía que era momento de buscar mejorar en todos los sentidos.

“Después, hace un año, año y medio, me empezó a ir muy bien también en lo personal y empecé a pensar en Europa. Empecé a pensar que podía y después se vino el Mundial (en Qatar), que gracias a Dios lo hice muy bien también, y eso me daba confianza para querer buscar otras cosas”.

“Entonces, yo sentía que para mejorar tenía que salir ya de México, tenía que buscar otra exigencia. Y mucha gente dice ‘Pero la liga rusa no es exigente’ y la verdad es que es muy fuerte, porque es otro tipo de futbol, que es lo que me va a ayudar a mí a crecer en otras partes de mi juego, y eso me va a ayudar también a estar en Selección y aportar otras cosas… También viene el tema del idioma, hasta de manejar diferente en la calle, entonces de todo eso se aprende y eso creo que para mí es salir de tu zona de confort”.

No quiero polemizar, ni que hables mal de la liga de México, pero ¿Qué ves de diferente que te pueda aportar en tu juego?

“La intensidad. Yo creo que acá los equipos son muy intensos, son de mucho corazón, y obviamente te hacen que juegues más rápido y te hacen pensar más rápido y obviamente eso te ayuda a mejorar… De repente hay acciones que me cuestan, porque si te tardas un segundo más en un toque de balón, pues el rival llega y te roba porque acá físicamente son muy fuertes la mayoría. Entonces vienen y te presionan con todo y capaz por ahí también el árbitro deja seguir un poco más y las faltas que en México te marcan, acá no te las marcan, entonces el juego sigue y si pierdes el balón, son contragolpes que por no estar a lo mejor adaptado a la liga empiezas a regalarle el contrario”.

Y cuando te llaman a la Selección, calculo que tus compañeros te habrán preguntado mucho de esta aventura de ir a Rusia. ¿Se dio alguna charla con algún compañero sobre eso?

“Bueno, más allá de mis compañeros que tuve en Pachuca, que con ellos hablé y me comentaban de que tomara esa decisión de aceptarlo, también otros compañeros del futbol europeo hablaron conmigo, me preguntaron qué tal la liga y me dijeron que estaba bien en mi decisión y que si era lo que quería, lo que me hacía feliz, que tomara la decisión para crecer y mejorar”.

Pero también tenías la chance de ir a Rayados y quizá algunos hinchas no tomaron tu decisión de la mejor forma. ¿Sientes que al hincha quizás le cuesta entender una decisión así?

“Sí, yo creo que muchas veces se meten tanto en el papel de aficionados, que se lo toman personal. Obviamente, Monterrey es un club con historia y con títulos internacionales, nacionales, que tiene un poder económico muy grande, que tiene un plantel espectacular, que siempre está peleando por los primeros lugares, como ahora, y por ahí yo creo que la afición también, cuando decides no ir, dicen ‘¿Cómo vas a ir allá y no quieres venir este club que tiene esto, que tiene todo?’ Y sí, pero yo quiero otras cosas. Yo quiero buscar los desafíos que me estoy proponiendo.

“No digo que Monterrey no sea un buen club, obviamente, es un club que todos los mexicanos quisiéramos poder jugar en algún momento ahí, pero yo en mi cabeza tenía otras cosas, quería otras cosas y mi decisión estaba puesta en venir a Europa, al país, al equipo que me diera la oportunidad. Entonces, creo que a veces la afición no lo ve de esa manera, ve desde otra perspectiva las cosas y por ahí no entiende y se deja llevar por las emociones”.

¿Y siempre lo tuviste claro? Porque muchas veces en México se paga más plata que la que se puede ganar en Europa. ¿Nunca te hizo dudar eso?

“La verdad que sí. En diciembre, después del Mundial, después de haberme sentido que a pesar de cómo nos fue, lo hice bien, yo sentía que merecía la oportunidad de intentarlo en algún equipo de Europa, entonces esperé hasta el último día (del mercado) y Monterrey, ahí también en ese momento, me buscó, me hablaron de números y todo y por ahí lo hablé en ese momento con mi novia en casa.

Luis Chávez con la Selección Mexicana.

“Yo estaba afuera cuando me llamaron, así que llegué a casa, hablé con ella y al hablar de eso, en vez de de que a mí se me pintara una sonrisa en la cara por el dinero que me estaban ofreciendo, por la oportunidad de ir ahí, me sentía como triste, ¿sabes?, porque sentía que no iba a lograr lo que yo quería. Entonces, como que pensé unas horas antes de decirle a Claudio (su representante), qué iba a pasar conmigo, qué decisión iba a tomar. Lo pensé, hablé con ella, y decidimos que no, que íbamos a esperar…

“En vez de yo estar feliz, era como un momento de frustración para mí. Y yo dije, ‘Entonces esa no es la decisión correcta para mí. Yo necesito buscar algo que me llene el corazón y que me ponga feliz, porque al primer momento donde yo llegue, y diga ¿Para qué vine? O sea, yo ya estoy ahí, ya no puedo arrepentirme’. Entonces, por ahí pasó mi decisión y me fui por el lado que me hiciera feliz”.

¿Y por qué no se dio lo del Feyenoord (en enero)?

“Por el tema del tiempo. En ese momento habían lanzado una oferta de, no me acuerdo cuánto dinero, y Pachuca quería un poco más, entonces en lo que Feyenoord buscaba de dónde sacar el dinero, nos dijeron que no, que ya no había tiempo y que mejor iban a esperar y pues, después se complicó todo también para este mercado”.

Luego, ya en el verano, se armó toda esta novela de tu salida de Pachuca, la negativa a ir a Rayados y tu llegada a Dinamo. ¿Cómo fue? ¿Lo entendieron en Tuzos, te ayudaron como lo dijeron en un comunicado?

No… Y sí me gustaría hablar de eso, porque no sé si lo he hablado del todo como debería de ser, porque después del comunicado yo sentí, no sé si se puede decir la palabra traicionado, pero sentí que me pusieron en contra de la agente lanzando el comunicado. ¿Sabes?, como si yo ya no quisiera estar en el club, o sea, cosas así. Cuando ellos saben que estoy muy agradecido y fui muy feliz en ese momento y ellos ya sabían lo que yo quería y estaban de acuerdo. De hecho, por eso estaba la cláusula (de salida). Pero al final te ven, no ellos, sino en todo el futbol, pues como un negocio.

“Y si, por decir, por un vaso alguien te paga cinco pesos y otro te paga nueve pesos, ¿a quién se lo vas a querer vender? Pero el vaso, pues no tiene cómo decirte que no, lo vendes al que tú quieras, pero a mí no, porque tampoco es que sea un jugador de 16 años que a lo mejor no tienes cómo decirles que no quieres ir.

“Ellos ya sabían lo que yo quería, porque anteriormente había hablado con ellos. Yo les dije, ‘¿Sabes qué? Mi sueño es este, yo quiero pelearla, intentar ir allá, yo no quiero moverme en México’. Y después, no sé si ellos buscaron o la oferta llegó o como sea, pero después sacan el comunicado poniéndome en contra de la gente, en la prensa, en todos lados; todos me empezaban a criticar a mí, que por qué yo me quería ir y que quería pagar mi cláusula y no.

“El club aquí (Dinamo de Rusia) pagaba más de lo que era mi cláusula, pero ellos (Pachuca) no quisieron negociar. Entonces a mí me obligan a pagar la cláusula y gracias a Dios lo tenía, porque si no, no estuviera acá, y Dinamo se porta muy bien y buscamos la forma de poderles hacer llegar el dinero… Hasta Dinamo terminó pagando menos de lo que de lo que iba normalmente a pagar”.

Y bueno, entiendo que tu proceder habría sido el mismo si los que te vinieran a buscar fueran América o el Galaxy de la MLS. Lo que querías era irte a Europa.

“Sí, sí, totalmente, es así como tú lo dices. Yo ya tenía la decisión, yo ya había hablado con todo mundo, con mis representantes, con mi familia, con el club, ya se sabían lo que yo quería, y al final de cuentas me cambiaron todo y me orillaron a tomar una decisión que yo no quería tomar. Yo quería salir bien de Pachuca y me orillaron a tener que pagar mi cláusula por mis propios medios”.

  • Con su nuevo equipo, registra dos goles y una asistencia en 831 minutos de juego que lo erigen cada vez más como un nombre recurrente en el once titular. 

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