Eran poco más de las ocho de la noche del día martes 27 de octubre del 2020 cuando la hecatombe tambaleó la historia de las Mantarrayas de Tampa Bay en pleno juego número seis de la Serie Mundial.
Con la serie 3-2 a favor de los Dodgers de Los Ángeles, la derrota era inadmisible para los pupilos de Kevin Cash por ser el momento más importante en toda la historia de la franquicia.
En el montículo, la confianza recayó en Blake Snell, quien respondió a ello con nueve ponches, cuatro rolas al cuadro y cinco pelotas en el aire que terminaron en out durante 5.1 entradas de labor.
Por eso y con la mínima ventaja de su equipo en la pizarra, la decisión de sacarlo por parte de Cash en la parte baja de la sexta entrada fue totalmente inexplicable, pues apenas había recibido dos hits con 73 lanzamientos en su cuenta personal.
No importó la sensación humana de Snell y su excelsa labor sobre el montículo. Ganaron los datos numéricos que optaron por el ingreso de Nick Anderson, quien al final, marcó el rumbo (para mal) de la voltereta de Los Ángeles con una victoria final de 1-3 que les dio a los de Dave Roberts su primera Serie Mundial en 32 años.
Por ser tan novedosa y a la vez tan polémica por este y más episodios registrados en la era moderna del ‘Rey de los Deportes’, la sabermetría ha sido la causante de muchos debates: si se debe seguir al pie de la letra o si se debe limitar a ser solo una herramienta.
Ante esta nueva era en el beisbol, los Bravos de León lo adoptarán como parte de su estrategia en la nueva temporada de la LMB del 2024, donde disputarán 93 juegos de fase regular con 15 series como locales y 16 como visitantes.
Por eso y ante el desconocimiento de la mayoría, comenzaré explicando las estadísticas básicas de esta metodología que, incluso, ya se toman muy en cuenta dentro de la elección de los mejores jugadores del año en las Grandes Ligas.
La sabermetría
Término derivado de la abreviatura SABR que hace referencia a la Sociedad para la Investigación del Beisbol Americano (Davids, 1971), la relación de la sabermetría con el beisbol llegó hasta 1977 gracias a Bill James, quien hizo referencia a él en su libro “Baseball Abstracts” (Abstractos del beisbol), donde comenzó a explicar distintas estadísticas que antes no habían sido analizadas en este deporte, tales como WAR, OPS, OBP y Slugging, entre otras.
Ganador de cuatro Series Mundiales con los Medias Rojas de Boston en su gestión como asesor de operaciones de beisbol, es considerado como el “Padre de la Sabermetría” por su impulso a esta metodología y el reflejo de sus resultados en las Grandes Ligas.
Las básicas que debemos conocer
En el último tiempo, hemos visto cómo influyen todo este tipo de números en las decisiones de distintas gerencias en la MLB como en la de las mismas Mantarrayas de Tampa Bay, quienes se han caracterizado por no gastar cantidades exorbitantes de dinero por un solo jugador debido a la implementación de esta herramienta.
Pero, ¿por qué?
A continuación explicaré cuatro estadísticas básicas que vemos por todos lados y que nos ayudarán a comprender mejor la sabermetría:
WHIP (Walks and Hits per-Inning Pitched; Bases por Bola y Hits por Entradas Lanzadas):
Teniendo su origen en 1979 gracias a la invención de Daniel Okrent, esta estadística permite analizar la valía de un pitcher sobre el montículo.
Se analiza de la siguiente manera:
- WHIP= BB + H / IP.
Siendo…
- BB: Bases por Bola.
- H: Hits.
- IP: Innings lanzados.
Tomemos como ejemplo a Lázaro Blanco para sacar sus números.
En 2023, otorgó 40 bases por bola y permitió 65 hits en 71.1 entradas de labor.
Entonces, para sacar su WHIP, utilizamos:
- WHIP = 40 + 65 / 71.33
- WHIP = 105 / 71.33
- WHIP = 1.472
En total, nos sale un WHIP del 1.472 que nos refleja una muy mala temporada del cubano con los Bravos, pues de acuerdo con Alexx Beisbol, esto se clasifica así:
- A: Por debajo de 1.000; excelente.
- B: 1.010 a 1.200; muy bueno.
- C: 1.25 a 1.40; regular.
- D: 1.40 a 1.50; malo.
- E: 1.50 para arriba; pésimo.
Dato: Un tercio, en matemáticas comunes, se refleja como 0.33; por eso, en lenguaje de beisbol, se usa dicha cifra en lugar del 0.1.
OBP (On Base Percentage; Porcentaje de Embasado):
Esta estadística se encarga de reflejar la capacidad de un bateador para embasarse por cualquier vía sin contar la del error, jugada de selección, interferencia, obstrucción del receptor o tercer strike no capturado.
Se mide de la siguiente manera:
- OBP = H + BB + HBP / VB + BB + HBP + SF.
Donde…
- HBP es Hit By Pitch o Base por Golpe.
- VB es Veces al Bate.
- SF es Fly de sacrificio.
Usemos como ejemplo a Alfredo Hurtado.
En 54 juegos dio 35 hits, negoció 23 bases por bola, recibió un pelotazo, tuvo 142 apariciones al plato y dio un fly de sacrificio.
Entonces…
- OBP = (35 + 23 + 1) / (142 + 23 +1 +1)
- OPB = 59 / 167
- OBP = .353.
En total, tenemos un OBP de .353, situación que refleja una muy buena campaña de Hurtado al estar por encima de los .300.
Slugging:
Estos números definen por completo la valía de un mismo bateador al ser las bases totales que alcanza entre sus turnos al bate.
Se mide entonces así:
- BT = S + (2B x 2) + (3B x 3) + (HR x 4) / VB.
- BT: Bases totales.
- S: Sencillos.
- 2B: Número de dobletes.
- 3B: Número de triples.
- HR: Número de jonrones.
Para usar un ejemplo, tomemos el del líder de imparables en 2023 con 107: Alejandro Mejía.
Pegó 75 sencillos, 17 dobletes, dos triples y 13 jonrones en 290 turnos.
- SLG = (75 + (17 x 2) + (2 x 3) + (13 x 4)) / 290.
- SLG = (75 + 34 + 6 + 52) / 290
- SLG = 167 / 290
- SLG = .575
En consecuencia tenemos que fue una temporada totalmente histórica para Mejía, pues si tomamos en cuenta el Top 10 de mejor slugging de todos los tiempos en Grandes Ligas, se quedó a solo tres décimas de Joe DiMaggio, el histórico jugador de los Yankees de Nueva York que está en el décimo lugar con .578.
OPS (On Base Plus Slugging; Embasado Más Slugging):
Es la sumatoria de las dos medidas que ya vimos con anterioridad:
- OBP + Slugging.
Quedémonos como referencia el caso de Mejía y midamos su OPS.
Con un OBP de .403 y un Slugging de .575, tenemos lo siguiente:
- OPS = .403 + .575
- OPS = 0.978
El OPS del 2023 para Alejandro Mejía fue de 0.978, lo cual habla de un espectacular rendimiento sobre el diamante al quedarse alejado por décimas de tipos ligamayoristas como Mokkie Betts, quien terminó la temporada regular con un OPS de 0.987.
Hasta aquí llegamos
Por hoy, hasta acá le dejamos toda esta exploración de la sabermetría que, sin duda, podrá ayudar mucho a los Bravos de León si se llega a implementar como una herramienta y no como una ‘biblia’.
Y porque todo estudio viene acompañado de un mentor, agradezco el enorme aporte de Alex Ulacio por sus artículos y de un profesor amante del beisbol, quienes me han orientado a la profundidad de este tipo de estadísticas.
No se crean: yo sigo aprendiendo, pero ojalá creemos este círculo beneficioso que siga inculcando la apreciación del beisbol desde distintas aristas.
Si les gustaría otra entrega de esto, háganmelo saber.
-El Dugout del Gabo.