Ohtani y sus nuevos colores en las Grandes Ligas

La decisión está tomada: Shohei Ohtani jugará con los Dodgers de Los Ángeles por los próximos 10 años de su vida al firmar el vínculo más lucrativo en la historia de los deportes: 700 millones de dólares… y los merece totalmente. 

Y es que de acuerdo con Baseball Reference, Ohtani, de 29 años de edad, ostentó el WAR más alto de todas las Grandes Ligas en 2023 con un 10.0 en apenas 135 juegos. 

Todo gracias, en parte, a sus fenomenales estadísticas ofensivas en 497 turnos ofensivos sobre la caja de bateo: 151 hits, 44 jonrones, 95 carreras producidas, 102 anotadas, 20 bases robadas y un porcentaje de .304. 

En las estadísticas que fueron determinantes para conseguir su segundo MVP consiguió un OBP de .412, un Slugging de .654, un OPS de 1.066 y un OPS+ de 184; pero de este infortunio llamado “confusión de los números”, lo único que usted debe de saber es que Ohtani aumentó su valía como pelotero. 

Desde el montículo, su labor no desentonó con 10 victorias y cinco derrotas en un espacio de 132.0 entradas lanzadas, donde pudo cosechar una efectividad de 3.14 en 23 juegos donde permitió 85 hits, 50 carreras (cuatro de ellas sucias), 55 bases por bola y 167 ponches. 

¿Seguirá jugando las dos posiciones?

Podemos hacer muchas teorías sobre el contrato que firmó Ohtani; si 400 millones fueron por su bateo y los 300 por su pitcheo, o viceversa, pero lo que sí es cierto, es que, al menos en papel, quedó instaurado su labor en las ambas funciones: bateador y lanzador.

Ahora bien, no descartemos que, en determinada situación, exista una cláusula o algo parecido en su contrato en una situación donde el japonés tenga que elegir por una posición definitiva. 

La incertidumbre existe, pues tan solo en agosto del 2023, sufrió una lesión en el ligamento del codo que lo alejó por el resto del año y, por si fuera poco, lo dejará fuera de posibilidades para lanzar en todo el 2024. 

Dependiendo de su evolución, podríamos ver el fenómeno de Shohei en su máximo esplendor hasta el 2025.

Si no quedan campeones los Dodgers…

Esta decisión podríamos decir que estuvo tomada desde hace mucho tiempo, pues los Dodgers desde siempre mostraron optimismo por hacerse de sus servicios. 

Y es que es un equipo donde estará arropado por las demás figuras del roster: Mookie Betts, Freddie Freeman y Max Muncy, solo por mencionar algunos. 

Él es así: sabe que es el Dios más grande del Olimpo llamado Grandes Ligas, pero se niega a hacer ‘ruido’ de ello y opta por la discreción y habladuría sobre el diamante, no fuera de él. Haber llegado a un equipo donde el ojo del huracán estuviera a la orden del día (Yankees y Mets, por ejemplo), y, en consecuencia, cada movimiento erróneo se le criticara, hubiera sido catastrófico en su entorno. 

Por eso, creo fehacientemente que a los Dodgers les va como anillo al dedo por la conjunción que existirá entre los dos: una relación de ganar-ganar. 

Y, nomás para hacernos una idea, este es el LineUp proyectado para los Dodgers en 2024: 

  1. Mookie Betts (2B) 
  2. Shohei Ohtani (DH)
  3. Freddie Freeman (1B)
  4. Will Smith ©
  5. Max Muncy (3B)
  6. James Outman (CF)
  7. Jason Heyward (RF)
  8. Chris Taylor (LF)
  9. Gavin Lux (SS)

Y, aunque todavía falta apuntalar el tema del bullpen, el regreso de Walker Buehler y Dustin May, hacen de los Dodgers un equipo COMPLETÍSIMO y, por ello, la OBLIGACIÓN de construir una dinastía. 

Si en 2024 los Dodgers de Los Ángeles no son campeones o, al menos, llegan a la Serie Mundial… será un auténtico FRACASO y, desde mi punto de vista, Dave Roberts se tendría que ir. Ya veremos. 

A disfrutar

¿Qué pasará en 10 años? Sin duda nos haremos más viejos; algunos en plenitud de su juventud; otros llegando a los 40 o 50 años y otros pocos llegando a la calma en vida de una experiencia bien vivida. 

Por ello: disfrutemos. 

Disfrutemos de este momento. 

Vimos historia. 

Vimos cómo un solo jugador desató tanta expectación por la simple decisión de dónde jugaría la próxima temporada. 

Vimos cómo, ese mismo fenómeno, firmó el contrato más lucrativo en la historia de los deportes. 

Somos afortunados de estar en el aquí y el ahora.

Somos afortunados: yo de hacer esta columna, y usted, amable lector, de leerla. 

¡Bendito beisbol! 

-El Dugout del Gabo.

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