León.- El ruedo del coso de La Luz se iluminó con el toreo de Joselito Adame y del español Juan Ortega, que cuajaron dos faenones, mientras que Diego Silveti pasó sin pena, ni gloria en la tercera corrida de la Feria Taurina León 2024.
Los tendidos del coso registraron un lleno en ambas localidades y se corrieron astados de la divisa guanajuatense de De La Mora, propiedad del ex alcalde de San Miguel Allende, Alberto “El Güero”, Villarreal, quien estuvo acompañado en el palco de ganaderos por su esposa, Tere Jiménez, gobernadora de Aguascalientes.
Un encierro justo de presentación, algunos escasos de pitones, destacando el primero de la tarde, a cuyos restos se le dieron vuelta al ruedo como reconocimiento a su nobleza y bravura.
Sólo se cortó una oreja, pero pudieron haber sido cuatro o más si los toreros no hubieran fallado con la espada en la llamada “suerte suprema”, de matar.
Joselito Adame tuvo una destacada actuación al torear con capa con mucha suavidad y jugando muy bien los brazos. Mejor en un quite por chicuelinas.
En el tercio de muleta, muy torero, a pesar de que el viento le flameaba la muleta ante un toro noble, pero tardó en embestir. Le ligó serie de muletazos con ambas manos ante el entusiasmo del público y las notas de “Pelea de Gallos”. Estocada entera y oreja. Arrastre lento al toro.
En un segundo, un astado con toda la barba, lució en capa, sobre todo en quite por “zapopinas”.
Con la franela inició al hilo de tablas con rodilla en tierra y ya en en centro del ruedo un concierto de naturales y derechazos de gran calidad ante un astado muy fijo y bravo.
Ligó muletazos por el lado derecho en redondo con mucho temple ante el regocijo del público. Falló con la espada y ovación.
Diego Silveti, toreó al primero, “Triana”, un cárdeno que salía muy suelto del capote y al que solo bregó en el primer tercio.
Con la muleta fue sacando uno a uno los muletazos ante un astado que embestía con nobleza. Voluntarioso el diestro de Irapuato. Reposado y con estructurando. Mal con la espada. Un aviso y división de opiniones.
Con el quinto, otro astado con poca cara, unos pitoncitos muy pequeños, pero bravo resultó el astado y con raza.
Voluntarioso y exponiendo, pero sin acomodarse. Muletazos aislados. Mal con el acero Silencio. Sin pena, ni gloria.
El español Juan Ortega con un astado con muy poca presencia, solo dibujó dos buenos lances a la Verónica.
Molestado por el viento, solo destellos del arte que tiene como torero. Un aviso.
Su segundo, el cierra plaza, logró cuajar un faenón a un astado al que fue sometiendo y terminó entregado. Dibujó muletazos con un gran temple y cadencia, sobre todo por el lado derecho. Una faena de arte y esencia. Fue la faena de la tarde. Un torero con mucha clase que hizo brillar el toreo en la arena de La Luz. Pinchó y se le fueron las orejas. Saludó desde el tercio.