Tarde o temprano, la tempestad se va, el ambiente escampa y comienza la abundancia de un renovado y fructífero amanecer. 

Después de nueve derrotas consecutivas, las Bravas de León vencieron a sus propios fantasmas y en casa, consiguieron la primera victoria de su historia en la Liga Mexicana de Sóftbol (LMS). 

Ayer, viernes 9 de febrero del 2024, la historia del deporte femenil leonés escribió un episodio de gloria gracias a la concentración, intensidad y compromiso de 10 jugadoras que usaron la frustración de antaño a su favor para explotar su potencial y alcanzar el paraíso del triunfo. 

El ajuste por fin se hizo temprano y, desde la segunda entrada, los bates se prendieron con un rally de cuatro carreras que se replicó en la sexta. 

Todo ello respaldó por completo la labor de Lixania Meléndez, quien con siete ponches, cinco bases por bola, ocho hits y cuatro carreras admitidas en siete entradas, se convirtió en la héroe inesperada de la noche. 

Y es que, apenas el jueves, fue habilitada en el roster melenudo ante la baja de Alejandra Gastélum. Sin siquiera tener una foto disponible en el día de su presentación, la cubana sacó relucir su talento en apenas su segundo juego en México y se llevó el triunfo que rememoró su blanqueada ante Venezuela en la quinta edición de los Juegos de la Alianza Bolivariana (ALBA). 

Quienes no llegaron como desconocidas y confirmaron su importancia en el diamante fueron Mariangel Barbosa y Jennifer Pocena, pues mientras la mexicana se fue de 5-3 con dos carreras impulsadas, la cubana hizo lo propio con dos hits en cuatro turnos y dos producidas. 

Pero como el colmillo es el incentivo extra para alcanzar el triunfo dentro de cualquier deporte, Diana Árcega, la receptora titular de las cuereras, representó a la perfección su inteligencia en la caja de bateo con un solo hit en el juego, pero con tres carreras anotadas, una producida y una base por bolas. 

Lo inesperado, lo constante y lo sagaz, fueron las características que le dieron su primera victoria a las Bravas de León. 

El triunfo por fin llegó, pero tampoco hay que echar campanas al vuelo. Todo con calma, mesura y predisposición por seguir adelante. El primer paso ya se dio, ahora resta seguir avanzando con total certeza de que se revertirá el récord perdedor de 1-9. 

La brecha psicológica ya se venció, y con siete series más por delante, la esperanza matemática de remontar y quedar entre los primeros cuatro lugares, sigue latente. 

¿Lo lograrán? 

Solo ellas lo dirán. 

PD: Hay que CONFIAR más en el TALENTO LOCAL. Ayer, la guanajuatense Fabiola Ramírez, dio sólidos argumentos para mantenerse en la alineación titular. 

-El Dugout del Gabo.

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