Estaban permitidos todo tipo de patadas, golpes y agarres. Era tanta la agresividad que, incluso, fuentes de la antigüedad reportan que algunos luchadores llegaron a morir. Por esta razón, solo atletas experimentados y de alto rendimiento, lo llegaron a practicar con ferocidad desmedida. 

Se dice que Teseo, héroe fundador de Atenas, fue quien lo desarrolló en su enfrentamiento con el minotauro en el laberinto. De acuerdo a Muy Interesante, desde Grecia hasta Mesopotamia, se practicaban deportes de lucha, pero ninguno tan implacable como el pancracio

De origen griego, el término ‘pancracio’ significa “fuerza total” con un objetivo agresivo y retante: desplegar y potenciar al máximo todas las capacidades propias para vencer en el combate. 

El ganador era quien lograba derrotar por completo a su oponente, o bien, conseguía su rendición a través del simplismo de levantar un dedo en señal de sometimiento. 

Antecedente de las artes marciales mixtas, el pancracio es un tipo de lucha que bien se puede trasladar a una analogía predilecta en la vida eterna del Rey de los Deportes y su desarrollo dentro del diamante. 

A diferencia del deporte más agresivo de Grecia, donde los protagonistas actuaban al descubierto, el beisbol opta por la uniformidad en sus jugadores, quienes pueden llevar protecciones de todo tipo para cuidarse de la agresividad con la que viaja una bola de 108 costuras. 

Pero entre la similitud más grande entre ambos deportes está la de usar por completo su fuerza física, destreza y resistencia. Eso es algo que está entendiendo, a la perfección, Jonathan Aranda dentro de esa lucha por quedarse en el roster principal de las Mantarrayas de Tampa Bay. 

El tijuanense de 25 años de edad, vive un Spring Training de ensueño con números que evidencian su fuerza total en vías de alcanzar un objetivo agresivo y retante: desplegar y potenciar al máximo todas sus capacidades para vencer en el combate. 

En 13 juegos disputados, el segunda base registra un average de .371 que ha podido lograr gracias a 13 hits, un jonrón, siete carreras impulsadas, tres bases por bola y apenas tres ponches. 

En el mes de marzo, justo cuando está por arrancar la nueva temporada de las Ligas Mayores, batea para .379 con 11 hits (3 dobles) y siete carreras producidas. Sus dos icónicas presentaciones se dieron el 3 de marzo, cuando se fue de 3-2 ante los Mellizos de Minnesota; y el 13 de marzo, donde se fue de 5-2, pero pegó un jonrón de dos carreras y negoció, además, una base por bolas. 

Esto supera, y por mucho, su actuación en los campamentos de primavera del 2022 (7 juegos; .273) y 2023 (10 juegos; .192). 

Es, sin duda, un pancracio demasiado intenso contra Aranda y sus propias capacidades. Lo ha demostrado con números y eso está más que claro, pero, como todos sabemos, la decisión final es de Kevin Cash

Frente a él, en la pelea por estar dentro del roster inaugural, donde las Mantarrayas recibirán a los Azulejos de Toronto, está la figura de Brandon Lowe. Si bien es cierto que vive un campamento de primavera complicado con apenas .130 de average en nueve oportunidades, su longevidad en el equipo es favorable. 

Con 29 años de edad, está por vivir su sexto año como parte de la organización, donde vivió la amargura de perder la Serie Mundial del 2020 ante los Dodgers de Los Ángeles. 

En 2023, con menos juegos, Aranda luchó, a capa y espada, frente a la titularidad de Lowe y, apenas por poco, el estadounidense se impuso. 

En 377 apariciones al plato, Brandon registró .231 de promedio de bateo con 87 hits, 21 jonrones y 68 producidas. 

Mientras tanto, en 87 apariciones al plato, Jonathan registró .230 de promedio de bateo con 20 hits, 2 jonrones y 13 producidas. 

Por si fuera poco, el tijuanense también está en pelea con el australiano Curtis Mead, quien suma nueve hits, un jonrón y cuatro carreras impulsadas (.273) en 15 juegos del campamento de primavera. 

Sin patadas y golpes en el rostro, pero sí con la inteligencia, sapiencia y fuerza total en su juego con el bate y el guante, Jonathan Aranda está ganando el combate en 2024 con un amplio margen de diferencia. 

Está venciendo, y por mucho, la partida a sus dos compañeros de equipo. 

Pero más allá de ser un combate contra los demás, él ya ganó el más importante: el pancracio contra sí mismo. 

Y está logrando, con creces, el objetivo: desplegar y potenciar al máximo sus propias capacidades. 

Los números son tajantes y ojalá te veamos como titular el próximo jueves 28 de marzo, Jonathan. 

-El Dugout del Gabo. 

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