En 2004, tras un complicado pasado como jugador amateur en torneos como Futbolito Bimbo o Copa Coca Cola, además de un largo y sinuoso proceso de fuerzas básicas en los Tiburones Rojos del Veracruz, Jahir Rodríguez edificó los cimientos de una estructura que hoy sorprende y satisface en cuatro categorías que dan vida a la sexta edición de la Copa Nacional León AM.
A los 14 años jugó en la Segunda División de México y a los 15 soñó con jugar en Primera División con el equipo representativo de su ciudad natal. Hoy, con 42, disfruta al máximo de la vida como director de la Escuela de Formación Oasis Revolución (EFOR). Y es que en su quinto aniversario de existencia, la academia, que prioriza la formación mental dentro de la sociedad, disputa la primera competencia nacional de su historia.
“Salimos de Ciudad Juárez a las siete de la noche del lunes y llegamos a León como a las cinco de la tarde del martes. Fue un largo viaje de 20 horas, pero, como siempre les digo a mis alumnos y a sus padres: los sueños no se tienen, los sueños se viven y todo este recorrido que hemos hecho, es parte de ello”.
Resultado de una amistad de más de una década con Everardo Sánchez, quien es organizador del torneo de pascua, Yahir recuerda con orgullo su adentramiento en los estudios del futbol base y su evolución como director técnico.
“Eres técnico, sí, pero a la vez te conviertes en psicólogo y motivador. Es una experiencia muy bonita y todo se lo debo al futbol y las amistades tan maravillosas que me ha dado a lo largo de todos estos años”.
Jarocho de corazón y juarense por convicción, inició su travesía como entrenador de la filial del Club León en la frontera de México. Debido a esta última labor, ya tiene experiencia en este torneo, donde, en lo personal acumula tres ediciones, sin embargo, la actual, al ser la primera que disputa la escuela que fundó, es por demás especial.
“Somos más de 100 personas y quiero agradecerles mucho a los papás que son parte fundamental de todo este esfuerzo. Ellos, con sus gritos y porras a los chavos que juegan, son parte de momentos eternos que jamás olvidaremos”.
Al ritmo de tambores y gritos que aplaudían el talento y esfuerzo de sus hijos y allegados, personas de todas las edades gozaron de un triunfo de oro de la categoría 2012-13 que, para ellos, es la séptima división.
Con un sólido 3 a 0, la escuela, en su día del debut, logró dos victorias al hilo, pues por la mañana, a las ocho, lograron la histórica primera victoria con un marcador de 2 a 1.
Fiel creyente de que el destino está preestablecido y rige la vida de cada uno de los seres humanos, Jahir Rodríguez, partidario de la disciplina y el compromiso, dejó en claro su misión como director y entrenador de la academia fronteriza.
“Viajar tanto para venir hasta acá es un gozo increíble. Nosotros, como familia, ya ganamos. El resultado es lo de menos porque ellos, los chicos y sus familiares, están viviendo una experiencia que les marcará de por vida y eso, más que un trofeo, es inigualable”.