En la mitología griega, Cronos es un titán que destronó a su propio padre, Urano, y se convirtió en el primer rey del mundo. 

Gobernante solitario, se cuenta que comandó una época que es nombrada como la Edad de Oro, donde no existieron enfermedades, hambres ni penurias. Sin embargo, padre paranoico de seis hijos que fueron fruto de su relación con su hermana, Rea, perdió la batalla de diez años entre los Titanes y los dioses del olimpo. 

Condenado a recorrer el mundo y a medir la eternidad completamente solo, se le conoció como el “Viejo Padre Tiempo” y, en un inevitable ciclo, comenzó a envejecer (Liana Miate, 2022). 

Así, le recordó a todos el inexorable paso del tiempo que, como en todo, tiene un final para los mortales. 

Tal como lo hizo en su concepción, la palabra cronómetro suele ser sinónimo de problemas. Atareados por su rápido paso, suele ser causante de estrés, nostalgia y tristeza. 

En la vida cotidiana, todo gira en torno a él. 

Sin estar exento a ello, el beisbol vuelve a ser demostración de las consecuencias del tiempo y su andar. 

Desde el 2023, en las Ligas Mayores, el juego no volvió a ser el mismo. 

Más allá del aumento en la medida de las bases, el cronómetro, ese que tanto tiempo fue rival de las nueve entradas y los tres outs en cada una de ellas, aterrizó con ahínco en el juego. 

Con 30 segundos para reanudar el juego entre los turnos de bateadores, 15 para resumir el juego si no hay corredores en base y 20 para hacerlo si hay alguien a bordo, los lanzadores se acostumbraron a este cambio entre distintas quejas. 

“Simplemente parece mucho más rápido. Acabas de recibir la pelota, miras hacia arriba y solo quedan 10 segundos”, mencionó, en su momento, Taijuan Walker de Filis. 

Sin embargo, no todo fue negativo, pues algunos jugadores y mánagers como Manny Machado, Bob Melvin, Robbie Ray y Genn Otto, reaccionaron con una palomita a la nueva modalidad. 

“Siento que trabajo mejor cuando lo hago más rápido, así que el reloj me dio un indicador para trabajar en ritmo”, declaró Ray en febrero del 2023, año en el que lanzó para los Marineros de Seattle.

La polémica que regresa

La Asociación de Peloteros de Grandes Ligas, el sindicato que representa a los 40 jugadores de las listas de los 30 equipos que conforman todo el circuito de Las Mayores, estuvo en contra desde el inicio contra esta normativa de la MLB que dirige el comisionado Rob Manfred

“Los jugadores viven el juego día tras día. Las reglas y regulaciones en el campo afectan su preparación, rendimiento y, en última instancia, la integridad del juego en sí. Las Grandes Ligas no estaban dispuestas a abordar las áreas de preocupación que plantearon los jugadores y, como respuesta, los jugadores votaron en contra de la implementación de las reglas que cubren los cambios defensivos y el uso del cronómetro”. 

Aquello fue redactado y anunciado en febrero del 2023, mientras el Spring Training se llevaba a cabo de cara a una temporada que terminaron por ganar los Rangers de Texas. 

Si bien no respondió a ese comunicado, la MLB sí lo hizo a las quejas de jugadores como Walker, a quien le explicó lo que se estaba realizando en la oficina del comisionado. 

“MLB está rastreando datos relacionados con nuevas reglas y no ha encontrado ninguna tendencia preocupante. Los relojes en cada estadio son operados por un equipo rotativo de coordinadores de cortometraje que MLB contrata y entrena directamente”, mencionaron en el comunicado en junio del 2023. 

Pero bien dicen que la historia, regida por una exhaustiva cronología, es cíclica y muy pocas veces se suele romper dicha situación. 

Un año después, en el inicio de la temporada 2024, los dimes y diretes entre organizaciones vuelven a hacerse presentes. 

En diciembre del año pasado, la Asociación de Peloteros volvió a ser clara en sus fundamentos: no a más cambios de reglas. Y es que en la temporada baja, la MLB propuso reducir de 20 a 18 segundos el cronómetro para los lanzadores, así como también de cinco a cuatro las visitas al montículo. 

“Esta temporada debería utilizarse para recopilar datos adicionales. Además, examinar exhaustivamente los impactos en la salud, la seguridad y las lesiones de la reducción de tiempo de recuperación. Ahí es donde estará nuestro enfoque”, mencionó Tony Clark, quien es director ejecutivo del sindicato. 

El tiempo, inexorable, se hizo presente. 

Gerrit Cole, Spencer Strider y Shane Bieber, abridores estelares de Yankees de Nueva York, Bravos de Atlanta y Guardianes de Cleveland, respectivamente, estarán fuera del diamante por un largo período. 

Ello, sin duda alguna, ha incomodado a la Asociación de Peloteros que, en la tarde-noche del sábado, lanzaron un comunicado contundente ante la reducción del cronómetro y visitas al montículo que impuso la MLB para el 2024. 

“Nuestras preocupaciones sobre los efectos para la salud de la reducción del tiempo de recuperación no han hecho más que intensificarse. La falta de disposición de la liga hasta hoy para reconocer o estudiar los efectos de estos cambios es una amenaza sin precedentes para nuestro juego y su recurso más valioso: los jugadores”. 

La queja, que señala al cronómetro como la causa principal de las lesiones en los lanzadores mencionados con anterioridad, no pasó desapercibida por las Grandes Ligas. 

De forma categórica, la oficina del comisionado respondió: 

“La MLB está llevando a cabo un estudio exhaustivo sobre las causas de este aumento a largo plazo, consultando a destacados expertos médicos en el béisbol. Se menciona un análisis independiente realizado por la Universidad Johns Hopkins, que no encontró evidencia que respalde la idea de que la introducción del reloj de lanzamiento haya contribuido al aumento de lesiones”. 

Resaltando que los estudios no arrojan relación entre las lesiones y la implementación del reloj de lanzamientos, la MLB externa estar firme y contundente acerca de estos dimes y diretes con el sindicato de peloteros. 

¿Qué sucederá?

Una pregunta de tan solo dos palabras que guarda consigo un cúmulo de posibilidades. 

Dudo mucho que pueda llegar a existir una huelga como la de 1972, 1981 y 1994-95, donde se suspendieron 86, 713 y 938 juegos, respectivamente, pero no es imposible. 

Sin embargo, esto deja en claro que, desde el primero de diciembre del 2021, cuando venció el contrato laboral entre las Grandes Ligas y el sindicato de jugadores, los roces y las displicencias se intensificaron entre ambas partes. 

Esto, a la larga, perjudica aún más al aficionado que puede llegar a quedarse sin el deporte que más puede llegar a glorificar en sus tiempos de ocio. 

En vez de buscar el bueno y malo de la película, mejor habría que concentrarse en el juego y su espíritu. Si ha cambiado esto último, es totalmente normal al ser una consecuencia del modernismo digital y su implementación en varios deportes. 

Eso sí, una cosita más: nomás verifiquemos quiénes hablan con un fundamento científico y quiénes no…

En fin, esto apenas empieza. 

¿Por qué? Porque todavía queda por delante lo que sucederá en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, donde regresa el beisbol y se planea que estén las grandes estrellas de este deporte.

¿Cederán? 

¿Limarán asperezas?

El tiempo, ese que suele ser causa de la paranoia, el estrés y la nostalgia, hablará por sí solo porque, quizás, todos estemos condenados a contar la eternidad de manera solitaria….

PD: ¿2024 de sorpresas? Piratas (8-2), Cerveceros (6-2), Cubs (6-3), Rojos (5-4), Medias Rojas (6-3), Guardianes (7-2), Tigres (6-3) y Reales (6-4) han comenzado muy bien la temporada cuando nosotros, comunicadores y aficionados, menos lo esperábamos. 

La duda es: ¿Lograrán mantenerse así en lo que resta de temporada regular? 

-El Dugout del Gabo.

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