¿Te imaginas destacar en un Olimpo?
¿Te imaginas que tu brillo comience a opacar a los demás?
Claro que te traería envidias y enemigos, pero el precio de destacar entre un mar de luminosidad es algo que tiene que aplaudirse y reconocerse.
Isaac Edgardo Paredes Calderón es ejemplo de ello, pero más de resiliencia y regularidad. Ese hombre, oriundo de Hermosillo, Sonora, impuso su propio camino del héroe.
En 2016, cuando no era más que uno de los cientos de nombres que erigen las divisiones menores de los Cubs de Chicago, demostró gallardía y compromiso con 26 producciones en 47 juegos que disputó con los Arizona League Cubs.
Un año después, en 2017, la vida lo llevó a un camino distinto. En un cambio que incluyó a Jeimer Candelario, Paredes llegó a los Tigres de Detroit.
En 124 juegos con la filial del cuadro felino, bateó .252 con 11 jonrones y 70 producidas. Además, al finalizar esa temporada, comenzó su andar en el invierno con los Yaquis de Ciudad Obregón.
En 2018, siguió con la misma retórica de consistencia y no fue hasta 2019 cuando la vida comenzó a premiarlo con su llamado al Juego de Futuras Estrellas.
En año pandémico, el 17 de agosto del 2020, su recompensa llegó. Fue llamado al primer equipo de los Tigres de Detroit y un día después, en la tercera base, debutó en las Grandes Ligas.
A la ofensiva, no pudo ser mejor su carta de presentación. Con las bases llenas, el sonorense pegó su primer sencillo en la gran carpa con dos carreras impulsadas.
Ese mismo mes, pero en el día 21, pegó un Grand Slam que, a su vez, significó su primer jonrón como jugador de las Grandes Ligas.
Con solo 34 juegos en 2020, tuvo un average de .220 con un jonrón y seis carreras producidas. Sin embargo, la persistencia no estuvo garantizada y, desde el 2021, comenzaron los cambios en su carrera.
En invierno, dejó a los Yaquis de Ciudad Obregón y comenzó su aventura en los Venados de Mazatlán en la temporada 2020-21, donde, además, jugó la Serie del Caribe del 2021.
Sin encontrar regularidad, Paredes fue traspasado a las Mantarrayas de Tampa Bay en abril del 2022. Desde ese momento, su compromiso aumentó y con destacadas actuaciones, como la del 21 de junio ante los Yankees de Nueva York, cuando pegó tres jonrones y fue clave en la victoria de 5 a 4, se ganó un lugar esencial en la plantilla de Kevin Cash.
Así, hemos llegado al 2024. En el inicio de su tercera temporada en Tampa Bay, Isaac ha rendido en cada turno al bat en el que se ha presentado.
En 15 juegos, ha tenido 55 apariciones en el plato. En ese lapso, ha anotado ocho carreras y pegado 14 hits, de los cuales solo uno ha sido doble.
Además de cuatro bases por bola, se ha ponchado en 14 ocasiones, pero ha respondido con creces con cinco jonrones y 12 carreras impulsadas.
En una franquicia que está deseosa de seguir fortaleciendo su identidad, la figura del mexicano se erige como una que puede imperar por mucho tiempo en el gusto de los aficionados.
Claro está que, en la actualidad, nadie puede alcanzar el pináculo en el que está Randy Arozarena, sin embargo, con 25 años de edad, el antesalista está encaminado a convertirse en la nueva cara de las Mantarrayas de Tampa Bay.
Aunque todavía le faltan recursos por aprender, es indudable que va por muy buen camino para convertirse en todo un referente de una franquicia que, después de 16 juegos, ocupa la tercera posición del Este de la Liga Americana con un récord de 9-7.
Pronto serás la cara de las Mantarrayas, Isaac…
Muy pronto…
-El Dugout del Gabo.