Cincuenta años se dicen en un suspiro, aunque para vivirlos se requiere de mucha garra.
En 1974, el Unión de Curtidores se encontraba en su primera temporada como club de Primera División. Ese año fue de euforia en la ciudad de León al contar con dos equipos en el máximo circuito, dando forma a uno de los clásicos más apasionados.
La directiva del Unión decidió entonces formar equipos de jóvenes que fueran dirigidos por los futbolistas de la Garra Curtidora en activo, en algo que hoy resulta casi impensable.
La iniciativa del Ing. Bautista, Arturo Villegas, Héctor Heredia, Gustavo Saggiante y Salvador García, secundada por Antonio Carbajal, se hizo realidad con el Unión de Curtidores Juvenil.
Mi padre José Luis Lugo tomó la batuta para dirigir a uno de esos equipos y, así, se multiplicó para ser dirigido con la exigencia de ‘La Tota’, enfrentar a Pumas, América, Chivas y Cruz Azul, etcétera, y entrenar a niños de 12 años que orgullosos vistieron la camiseta de la franja azul marino.
El “Gato” Lugo los arropó cual hijos suyos y les impuso, a través del futbol, una disciplina que más que deportiva, fue de vida. Junto con mi madre, Sarita Castillo, les llevaban tortas para que comieran después de los partidos y a los que cupieran los subía en su vocho rojo para echarles raite.
De esta forma, como Curtidores lograron la Unión de esfuerzos y sueños. Hicieron de La Martinica su segunda casa e incluso algunos de ellos se ganaron el privilegio de ser dirigidos en una práctica por Pelé, en una de las giras que hizo O’Rei en nuestro país.
De cien partidos que jugaron en las canchas leonesas, solo perdieron una vez, una estadística que todos recuerdan.
Hace 50 años exactamente se tomaron una foto teniendo en la jovencita Silvia Padilla a la figura de la tradicional madrina. Medio siglo después, se reunieron para recordar aquellos gratos momentos y agradecer al “Gato” Lugo por sus consejos.
Kali, Javier, Chipo, Beto, Chayote, May, Marquitos, Moncho, Pampa Rosa, Memo, Fito, Toño, Checo, Ruly, Carpizo, Chi, Caballo, Richard, Chuchín, Chore y Topo Giggio, y su madrina Silvia, recordaron a aquellos compañeros que ya fallecieron y le expresaron a mi padre palabras que se quedan en el corazón.
De este grupo, Guillermo de Alba, Joaquín Pérez y Marcos Flores llegaron a la primera instancia del balompié de nuestro país. Así es la disciplina de este deporte, les da a las personas todo tipo de oportunidades: a algunos de ser buenos futbolistas profesionales y a otros de ser excelentes profesionistas.
Felicidades al Unión de Curtidores Juvenil, 50 años después de su primer partido, se han anotado un triunfo más.
@geraslugo en X