Gustoso de ser el primero en muchas cosas, Shohei Ohtani hizo historia en el primer lanzamiento del último turno que tomó en el primer juego de la serie ante los Rays de Tampa Bay.
Con toda la fanaticada de pie, el japonés, que batea por el lado de los zurdos, le hizo swing a un lanzamiento de 84 millas por hora y se voló la barda entre el jardín central y el derecho.
Esto significó un Grand Slam, pues se encontró con una casa llena que, al final, sentenció las acciones de manera dramática. Y es que en la novena entrada, el juego estaba empatado 3 a 3, pero el batazo del nipón, que sentenció el juego a su favor 3 a 7, significó el cuarto triunfo al hilo y, de paso, una marca inédita.
Por primera vez en la historia de los Dodgers de Los Ángeles, un jugador llegó a la marca de los 40 jonrones y las 40 bases robadas en una misma temporada, y claro está, se trata de Shohei Ohtani.
Ohtani necesitó de 126 juegos y 500 turnos al bate para lograr una proeza muy pocas veces vista en la historia de las Grandes Ligas, pues es apenas el sexto jugador que logra hacerlo, uniéndose a José Canseco, que lo logró en 1988 con los Atléticos de Oakland; a Barry Bonds, que lo logró en 1996 con los Gigantes de San Francisco; a Alex Rodríguez, que lo logró en 1998 con los Marineros de Seattle; a Alfonso Soriano, que lo logró en 2006 con los Nacionales de Washington y a Ronald Acuña Jr., que lo logró el año pasado, en 2023, con los Bravos de Atlanta.