Pluma a su derecha y tablet a su izquierda. Detrás de él, una cámara que graba cada lanzamiento de cada prospecto que demuestra valentía y coraje al subirse al montículo para demostrar su potencial. Enfrente de él, una malla protectora que lo cubre de un posible bolazo.

Es de mañana, ya casi mediodía, y el sol encandila a quien se atreva a mirar al cielo. Por ello, él, que está debajo de su plenitud, tiene que cubrirse con una gorra azulada y una camisa de manga larga de tipo verde menta que representa la ciudad que lo vió crecer: La Paz, Baja California Sur. 

Hay una sonrisa en su rostro que se dibuja en cada plática con Alfredo Peralta Núñez, quien es director de la Academia Bravos-Code y, en esta ocasión, mentor de información acerca de los jóvenes a los que observan llegar y lanzar. Sin embargo, hay todo un recorrido detrás para alcanzar plenitud en la sinuosidad. 

“Es una carrera de mucho sacrificio y lo primero que tiene que dejar uno es la familia, los hijos y la esposa. Uno siempre está fuera de casa. A veces tarda en regresar quince días y solo está en casa dos o tres”. 

Los Dodgers y su importancia en el beisbol. Foto: Dodgers Oficial.

Desde hace ocho años, así es la vida de Juvenal Soto. Desde el 2016, que fue cuando los Dodgers de Los Ángeles adquirieron sus servicios, viaja por todos lados de México y un poco más allá de sus fronteras con la misión de cazar a los mejores talentos posibles. 

“Soy hijo único”, comienza recordando sus inicios. “Mi familia siempre ha sido de beisbol, pero yo jamás llegué a jugar profesionalmente. Hubo intentos con los Diablos Rojos del México y los Broncos de Reynosa, pero jamás se concretó nada”. 

Parte de un linaje exitoso en el Rey de los Deportes, Juvenal no alcanzó su sueño de ser un pelotero profesional, pero la mentalidad fue tanta que no desistió y decidió seguir enfocado a contribuir al crecimiento de este deporte en México. 

“Me dediqué al entrenamiento del beisbol en los niños y eso me llevó a las Olimpiadas Nacionales como entrenador. A partir de allí, entre 2013 y 2014, llegué a los Rojos del Águila como coach de desarrollo en una academia que ellos tenían en Baja California”. 

Con la firma de seis jugadores desde su Academia hasta el equipo profesional de la LMB, su trabajo comenzó a llamar la atención. Esto le ayudó a ganar mayor campo laboral, al grado de pasar por la Academia del Carmen. 

Gracias a su intenso trabajo como formador de peloteros durante casi un lustro, el trayecto le puso en el camino la puerta de los Dodgers de Los Ángeles, la cual se abrió de manera única y especial. 

“Vamos evaluando a varios jugadores, tanto sus velocidades en el brazo como los tiempos corriendo o la cualidad de contacto que tengan con la pelota, además de la proyección física que tengan”. 

Los Bravos son parte del desarrollo de peloteros nacionales con sus academias. Foto: Bravos de León Oficial.

El trabajo no es trabajo cuando se disfruta y así lo hace constatar Juvenal. Su desempeño, que consiste en editar horas de video para registrar pitcheo por pitcheo la labor de los jóvenes que se prueban ante sus ojos, es mayúsculo para el beisbol nacional, pues su labor de scouteo es sumamente importante. 

Esta situación se evidenció desde hace un par de semanas, cuando Soto se fijó en demasía en el talento de Bryan Lara, a quien después de verlo en tres escenarios diferentes, decidió reclutar su condición como un prospecto a largo plazo de los Dodgers. 

Siendo el primer guanajuatense que está encaminado a llegar a las filiales de Los Ángeles, Bryan marca un antes y después en todos los sentidos. 

“Bryan es un muchacho muy humilde, trabajador y noble. Tiene un cuerpo interesante que está creciendo y la soltura que tiene a la hora de lanzar la pelota es importante. Su recta es muy imponente y sus pitcheos rompientes son muy buenos en cuanto a profundidad. Su comando es bueno y será bueno para la organización”.  

El salmantino ya porta los colores de los Dodgers de Los Ángeles. Foto: Bravos de León Oficial.

Con la misión de seguir explorando el país y detectando el mayor talento posible, Juvenal Soto disfruta el proceso y vive su sueño de niño a flor de piel. 

“Estoy muy orgulloso de pertenecer a esta organización tan grande. Estoy bendecido y siempre muy trabajador para aprovechar esta oportunidad. En conjunto logramos nuestro anillo de Serie Mundial después de tanto tiempo y es gratificante haber aportado mi granito de arena”. 

Con el objetivo en mente de seguir madurando como scout, Juvenal seguirá explorando el país, siendo ese soporte para chicos y jóvenes que sueñan con ser profesionales, ya no solo en el beisbol, sino en cualquier deporte en el que se deseen desarrollar. 

“Confíen en sus sueños y persíganlos hasta que lleguen y los consigan”. 

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