En cuestión de espectáculo, la Serie Mundial 2024 no ha defraudado en lo absoluto, pero se esperaba un poco más de pelea de los Yankees de Nueva York, quienes se han visto ampliamente superados por los Dodgers de Los Ángeles. 

Hoy, en cuestión de profundidad de roster, de mentalidad y nivel beisbolístico, Dodgers está muy por encima de Yankees. Y yo sé que aún falta mucha Serie Mundial por jugarse, pero lo que se demostró en Dodger Stadium en los primeros dos juegos, es avasallador. 

En el primer juego, en un toma y daca dramático, los Dodgers ganaron porque son los Dodgers. 

Sí, Aaron Boone se equivocó en traer a un lanzador inactivo desde septiembre para sacar la décima entrada sin daños, pero la capacidad de responder por parte de Freddie Freeman, con casa llena y con una molestia muscular incesante que lo ha perseguido toda la postemporada, es de otro nivel. 

Además, antes de ese primer walkoff Grand Slam en toda la historia de las Series Mundiales, los locales volvieron a demostrar el por qué son un EQUIPAZO con el excelso corrido de bases de Shohei Ohtani, quien fue el responsable de empatar el juego 2 a 2 en la novena entrada con un doble que se convirtió en triple ante el ‘horror’ de Juan Soto en su lanzamiento desde el jardín derecho y el de Gleyber Torres en la recepción del mismo dentro del cuadro. 

La loza fue pesadísima y aunque Juan Soto se lució al irse de 4-2 con dos anotadas, una remolcada y un jonrón, el beisbol es un juego en equipo y, ni así, los Yankees pudieron responder en el segundo cotejo. 

Tommy Edman, quien ha sorprendido a propios y extraños con un nivel superlativo, Teoscar Hernández y de nuevo Freddie Freeman, se aventaron un auténtico festín de carreras con un cuadrangular cada uno ante Carlos Rodón y su falta de temperamento. 

Más allá de la lesión de Ohtani, ni los Yankees de Nueva York podrán con los Dodgers de Los Ángeles. 

No es lo mismo enfrentarse a Reales de Kansas City y Guardianes de Cleveland, que a los Padres de San Diego y a los Mets de Nueva York. 

La profundidad de Los Ángeles es infinitamente superior que la de los de Nueva York.

Hoy por hoy, el mejor equipo del beisbol en el mundo, son los Dodgers. 

Y en esta Serie Mundial, que tiene pinta en terminar en una abrupta barrida contra el orgullo neoyorquino, está quedando más que claro. 

No veo el cómo. 

No veo el por qué. 

No veo con qué. 

No veo razón. 

No veo posibilidad. 

Los Yankees van a perder. 

Los Dodgers van a ganar… y de qué manera lo harán. 

PD: Como bien se dijo después del primer juego de la Serie Mundial de 1988, después del mítico jonrón de Kirk Gibson, en una anécdota que me contó un amigo amante del Rey de los Deportes: “Nunca había visto una Serie Mundial que se definiera en el primer juego”. 

-El Dugout del Gabo. 

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