La vida de María de la Luz González alcanzó una sólida catarsis a sus 35 años de edad. Después de ser incentivada por su esposo e hijos, que han practicado karate desde hace varios años, comenzó a integrarse al mundo del atletismo con carreras de 21 kilómetros, pero no fue hasta hace relativamente poco que se motivó a correr los 42.
“Me nace, me gusta y me genera una gran inquietud porque me encanta hacerlo”, externa María. “A veces me he llegado a lesionar, pero me pongo una mentalidad fuerte y corro lo que yo me pongo como objetivo”.
En total, hasta el pasado domingo 27 de octubre, que fue cuando corrió su último maratón en Puebla, su trayectoria se erige como una plausible gracias a alrededor de 200 competiciones.
Sin embargo, la primera vez jamás se olvida.
“La primera vez que corrí un maratón fue aquí mismo en León. Corrí poco más de cuatro horas y me costó muchísimo por ser la primera vez”.
“Recuerdo que llegué a los 30 kilómetros y ya no podía correr, estaba muy cansada, pero me eché porras y alcancé los 12 kilómetros que me quedaban por delante”.
Ha corrido demasiado en casa, pero para María, el Maratón de Torreón tiene un significado emotivo y exitoso. Y es que en la Comarca, logró una de las primeras victorias de su carrera en el tercero de los cuatro maratones que ha corrido en dicha ciudad.
“Recuerdo que ponen las listas, pero yo no podía ver la de mi categoría -Máster-, entonces fui a buscar pero no me dejaban pasar, hasta que uno de los organizadores me dio chance y me dieron la noticia de que había quedado primero en segundo lugar”.
Además de dos segundos lugares y un tercero, que logró en la última vez que lo corrió, María no se enfoca tanto en el resultado, sino en el ambiente y satisfacción que le genera explorar ciudades y ecosistemas, tales como la Huasteca o Comanjilla.
“Disfruto mucho lo que hago y la alimentación me ayuda a una rápida recuperación. Siempre que termino un maratón, me preparo con ejercicios que sirven para regresar al nivel y, en esos, me puedo dar cuenta si estoy o no lesionada”.
Con un plan que se basa en correr un día sí y un día no, además de una carrera larga el fin de semana, ya sea de 20 0 23 kilómetros, María de la Luz González planeaba que Puebla fuera su última carrera, pero las ganas por salir adelante son mayores.
Con recorridos en Cancún, Torreón, Chihuahua, Mazatlán, Guadalajara y San Luis Potosí, el plan de la maratonista es seguir hasta donde ya no pueda más, aunque parece que eso tardará en pasar.
“Me siento contenta y satisfecha y, mientras pueda, yo seguiré preparándome y corriendo los maratones que pueda”.