Interesante resultó la primera novillada en La Luz. Festejo nocturno con un buen número de aficionados.
El primer espada fue el leonés Alan García, quien se vio muy verde y no se salvó de ser arrollado, resultando ileso. Valiente ante el jabonero de San José Buenavista que lo puso a prueba. Silencio.
Eduardo Sebastián fue el segundo novillero. Recibió a porta gayola y se le vio enterado y voluntarioso, con mucha afición. Una oreja.
En tercer lugar, Luz Elena González, de Durango, con un buen novillo de San José Buenavista. Se mostró torera y con ganas de agradar, muy ovacionada. Un aviso y vuelta al ruedo.
El cuarto espada fue Eduardo Origel de San Miguel Allende, voluntarioso ante un astado difícil y una meritoria oreja, luego de llevarse tremenda paliza al ser empitonado.