Entidades oficiales como la CONDUSEF y fiscalías de diversos estados de la república han emitido alertas sobre las aplicaciones móviles de “préstamos fáciles” pues incurren en prácticas de estafa, extorsión y robo de datos. Te explicamos cómo operan estas apps y cómo identificarlas para no caer en ellas.
La Fiscalía General del Estado de Michoacán, la Policía Cibernética de la Ciudad de México y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado emitieron comunicados para alertar a la población sobre estas apps de préstamos que abundan en las tiendas de aplicaciones y que han sido reportadas por incurrir en acoso, extorsión, robo de datos y estafa.
Modus operandi de las apps de préstamos
Se anuncian como una “solución fácil para tus problemas de dinero”, pero en realidad es un gancho para que las personas proporcionen sus datos personales y poder extorsionarlas. Todo comienza al descargar la aplicación, en la que solicitan permisos para acceder a los contactos, ubicación, SMS, archivos, galerías, cámara y otros.
Posteriormente, para continuar el registro, piden cargar a la aplicación una imagen del comprobante de domicilio y de la identificación oficial del interesado. Por último, hay que registrar nombres y teléfonos de algunas personas que quedarán como supuestas referencias para autorizar el préstamo, las cuales también quedan expuestas a la extorsión y al acoso.
El atractivo de estas aplicaciones radica en que solicitan pocos requisitos y no revisan el estatus de Buró de Crédito para autorizar el préstamo inmediato, de modo que ante la necesidad económica se convierte en una alternativa cuando no hay posibilidad de obtener créditos en instituciones financieras certificadas.
Estas apps ofrecen “préstamos personales cómodos, rápidos y fáciles de aprobar” que van desde los 1 mil hasta los 50 mil pesos, con plazos para pagar entre 91 y 360 días. No obstante, los cibernautas reportan en grupos de denuncia en redes sociales y foros web que los mensajes intimidatorios comienzan a llegar antes de los siete días de haber obtenido el préstamo.
Asimismo, reportan que las tasas de intereses diarias que manejan son tan altas que en ocasiones llegan a triplicar la deuda en cuestión de días.
Otra de las irregularidades que reportan es que al hacer clic en la opción “calcular crédito”, se deposita el monto que sale autorizado sin que el usuario lo haya solicitado; o bien, hay quienes aseguran que nunca les llegó depósito alguno y aun así les llegan mensajes de cobranza.
Extorsión y amenazas como método de cobranza
Los afectados refieren que el acoso telefónico comienza pronto, con llamadas y mensajes de WhatsApp solicitando el pago inmediato.
Si el deudor no paga, las intimidaciones suben de tono a la par que los intereses. El siguiente paso que toman los ciberdelincuentes es enviar mensajes vía WhatsApp a la lista de contactos a la que previamente ya se les autorizó acceder.
En estos mensajes se les acusa de “fraude” “rateros”, “corruptos” y otros peyorativos similares; al mismo tiempo, intimidan a los contactos bajo el argumento de que si no liquidan el monto adeudado serán cómplices de fraude.
Los mensajes van acompañados de la fotografía que el usuario cargó al sistema y/o con la imagen de la identificación oficial con leyendas ofensivas, anuncios de ofertas sexuales o hasta memes, lo que es a todas luces un ilícito.
Según los afectados, las extorsiones más graves incluyen amenazas de muerte por parte de supuestos grupos del crimen organizado. Para estas instancias, la deuda ya ha crecido exponencialmente.
Evaden regulaciones
Estas aplicaciones no cuentan con registro ni son reguladas por la Comisión Nacional para la Protección y la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF). Por ello es que aunque son denunciadas no es posible identificar con precisión quién está detrás de ellas.
Aunque sean reportadas en las tiendas de aplicaciones, cambian de nombre o si son expulsadas, las vuelven a crear por lo que es difícil acabar con ellas.
Apps de crédito fraudulentas
Los organismos de seguridad han logrado identificar alrededor de 80 aplicaciones de este tipo, entre ellas las siguientes:
GMG Business, Dr. Loan, Money Cash Box, E. Prestamos, Express Load, Fus Money, Express Loan, Listo Cash, Daddy Credi, Flash Peso, Gub Préstamos, Envía Dinero, Gryphus Crédito, Cash Bank, Mango Credit, Lemon Cash, World Bank, Lana Plus, Magic Crédito, Coco Peso, Rapilends, Mi Cartera, PrestamoRapido (SIC), Palta, Préstamos, Mio Préstamo, CrediFacil, Ok Préstamos, Mi Peso, EasyCredit, Paay, Peso X, Préstamos Celulares, Crediti, PP Crédito, Más Efectivo, Yumi Cash, Super Préstamo, Confiar, Exfectivo, Tala, Crediya, Momo Credit, Taoqianle, Apppesito, Cash Plus, Trueno Cash, Fastcash, Credi Elephant, Real Peso, Ok Crédito, Cash Movil, Super Peso, Cuestión, Credi Cash, Cash Money, Pesa Pronto, Crédito Más, Grupos Créditos, CashCash, Dicredit, DaddyCredi, Envía Dinero, Créditos Celulares, entre otras.
Esta lista va creciendo y cambiando diariamente ya que como se mencionó anteriormente, cambian de nombre o se crean nuevas para evadir las denuncias, pero el mecanismo de operación es básicamente el mismo; por ello es importante saber identificarlas más allá de su nombre.
¿Cómo evitar caer en aplicaciones de préstamos fraudulentas?
Para detectar cualquier estafa de la índole que sea, aplicar la regla “Cuando algo es demasiado bueno para ser verdad, generalmente no lo es”. En el caso específico de estas aplicaciones móviles la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México recomienda lo siguiente:
- Descargar y mantener actualizados los antivirus en todos los smartphones
- Antes de descargar las aplicaciones, revisar cuidadosamente los términos, condiciones y permisos que solicita la aplicación
- Verificar que dicha institución crediticia esté regulada por la CONDUSEF, para ello da clic aquí
- Desconfiar de aplicaciones que ofrecen préstamos rápidos, con pocos requisitos y sin consultar el Buró de Crédito
- Tener precaución al compartir datos personales o documentos pues podría correr el riesgo de sufrir robo de identidad
- Verificar el domicilio físico de la empresa para ver que realmente exista
- Llamar a los teléfonos que proporcionan para corroborar las condiciones del crédito y despejar cualquier duda que se tenga
- No llenar formularios que soliciten datos personales, cuentas y claves bancarias, sobre todo si son ventanas emergentes.
- No dar anticipos ni pagos adelantados por gastos operativos
- Ante cualquier sospecha, comunicarse a los teléfonos de la Policía cibernética de la localidad