La inundación en la colonia 16 de enero en Tula no fue por el desborde del río, sino debido a problemas con el drenaje sanitario, indicó el titular de Conagua en Hidalgo, José Ángel Félix Sánchez.

El director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Hidalgo indicó que si no se corrige el mal funcionamiento del drenaje, cuando el río crezca van a tener esos problemas como los ocurridos la semana pasada.

También dio a conocer que la obra de revestimiento del río Tula lleva 99 por ciento de avance y los trabajos faltantes están detenidos debido a que continúan el escurrimiento por las precipitaciones.

COLAPSO DE DRENAJE

El funcionario federal explicó que cuando el río adquiere cierto nivel de agua, el drenaje queda abajo, lo que los ingenieros le denominan gradiente.

“Si el nivel del agua está más arriba y el drenaje está abajo lo que sucede es que el agua circula hacia abajo, y aflora, eso fue lo que sucedió en la (colonia) 16 de Enero, pero no fue desbordamiento del río. Realmente fue una falla del drenaje”, detalló.

Adelantó que van a hacer algunos trabajos para controlar que el agua no se regrese, porque si no se hacen esas labores cada vez que el río adquiera cierto nivel, el agua va a buscar su punto de referencia.

99% DE AVANCE EN OBRA DE REVESTIMIENTO

Félix Sánchez informó que la obra de revestimiento del río Tula que realiza Conagua, la cual tuvo inversión de mil 160 millones de pesos, está en un 99 por ciento.

“Faltan alrededor de 50 metros por concluir, se van a concluir ahora en cuanto deje de escurrir agua. Ha sido un año muy atípico en cuanto a lluvias, extraordinariamente bueno”, comentó.

Precisó que una vez que retomen los trabajos faltantes en cuanto el nivel del agua lo permita, se calcula que concluyan en dos meses máximo, además que la Conagua removerá mucho material que hay en el río y así dejarlo “limpiecito” para que funcione al cien por ciento.

OBRA AYUDÓ A CONTENER DESBORDAMIENTOS

El director local de Conagua agregó que todos los días está circulando agua de lluvia del Valle de México sumado a la residual, con cantidades importantes como ocurrió el 15 y 16 de septiembre.

“Sin embargo se pudo controlar porque hubo mucha influencia de la nueva obra que permitió desalojar 333 metros cúbicos por segundo. El río tenía una capacidad de 230, si no tuviéramos la obra se hubiera desbordado efectivamente”, puntualizó.

Destacó que la obra permitió controlar, ya que facilita que el agua salga con mayor velocidad y por tanto se incrementa menos el nivel, lo que le da tiempo de desalojo al afluente.

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