El Corredor Vial San José fue supervisado hace cuatro años por personal de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), pero a la fecha no existe seguimiento para su ordenamiento vial.

Fue a mediados de septiembre de 2018 cuando representantes de la dependencia federal realizaron la única revisión del estado de la vía, paso urbano de la carretera México–Tuxpan en el Valle de Tulancingo.

En el recorrido fue confirmada la invasión del acotamiento por puestos ambulantes, mercancías, estructuras metálicas y objetos diversos, considerados como condicionantes para accidentes vehiculares.

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PARADAS CONTINUAS

Se detectaron paradas de ascenso y descenso para transporte colectivo de pasajeros sin orden alguno, que también podrían causar accidentes mortales.

En aquella fecha, se advirtió a comerciantes que retiraran objetos y mercancías del acotamiento y a los vendedores ambulantes que buscaran otro espacio con fecha límite el 30 de noviembre de 2018.

Se estableció el retiro de los objetos y puestos a partir de esa fecha, así como la restructuración de las zonas de ascenso y descenso de usuarios del transporte de pasajeros.

PALABRAS AL VIENTO

No se procedió con ninguna de las acciones señaladas, incluso se han registrado accidentes carreteros con fallecimientos por la falta de ordenamiento.

En febrero de 2022, el alcalde Jorge Márquez Alvarado buscó un encuentro con funcionarios de la SICT, para retomar el ordenamiento del Corredor Vial San José, tras el choque de un camión revolvedora contra una estructura metálica.

No hubo respuesta, incluso al insistir Márquez Alvarado en dicha regulación tras el registro de otro grave accidente, donde falleció una mujer al ser impactada por un tráiler de doble remolque que transportaba cerveza a finales de agosto.

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