Avanza el deterioro de la carretera estatal Tulancingo-Cuautepec prácticamente en toda su extensión de aproximadamente diez kilómetros, pero con daño más severo en el tramo entre La Esperanza y El Espejo.
Usuarios de la carretera señalan que no perciben trabajos de rehabilitación y consideran que en varios puntos ya deben ser mayores por la dimensión y profundidad de algunos baches, lo que complica la circulación.
REPARACIONES EN 2021
A finales de 2021 el gobierno municipal de Cuautepec aplicó inversión propia por aproximadamente 200 mil pesos para reparaciones en varios tramos de la carretera estatal; desde entonces no han realizado nuevas intervenciones.
Algunos vecinos de la zona echan tierra, piedras o gravilla en los hoyancos, pero es una acción temporal y poco práctica, debido a que no es un material adecuado para soportar el constante paso de vehículos.
Los usuarios señalaron que sumado a la incomodidad al circular en la zona y el daño a sus vehículos, también hay consecuencias a la salud de conductores y pasajeros.
Lo anterior ya que puede haber lesiones menores en diversos órganos del cuerpo hasta daños mayores al circular por la vía de forma constante, como en el caso de repartidores de productos y operadores de transporte público de pasajeros.
NECESARIA INVERSIÓN DE 90 MILLONES DE PESOS
La carretera es de competencia estatal y en agosto del año pasado el alcalde Manuel Fermín Rivera Peralta dijo que pediría al entonces gobernador electo Julio Menchaca Salazar, hoy en funciones, que aplicaran acciones para la reconstrucción de la vía.
De acuerdo con el edil, dicha reconstrucción tendría una inversión de aproximadamente 90 millones de pesos; hasta el momento se desconoce de alguna respuesta por parte del gobierno estatal.
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A finales de marzo de 2017 se realizaron trabajos de rehabilitación en dicha vía, donde aplicaron inversión de 10 millones de pesos manejados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes federal.
Al banderazo de inicio de la obra asistió el gobernador Omar Fayad Meneses, quien en ese momento declaró que con ella se aseguraba que la carretera estatal estuviera en buenas condiciones para circular “por mucho tiempo más”.
Sin embargo, en enero del año siguiente se comenzó a “botar” la capa de asfalto que colocaron y para mediados del mismo 2018 iniciaba a deteriorarse buena parte de la carretera.
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