Garantías de seguridad, sanidad y servicios públicos adecuados y suficientes exigieron vecinos de calles cercanas al perímetro donde se realizará la tradicional feria en honor a la Virgen de los Ángeles, en Tulancingo.
En reunión con el presidente del comité organizador, Elías López Barrios así como funcionarios del gobierno municipal, los vecinos señalaron que los festejos complican las labores cotidianas en la zona.
Por lo que solicitaron seguridad por parte de elementos policiacos, así como de personal de Protección Civil para prevenir delitos y emergencias durante la feria, que se llevará a cabo del 29 de julio al 20 de agosto próximos.
También pidieron que se garantice la limpieza y sanidad permanente en la zona de la feria, así como no ser afectados en la cobertura de energía eléctrica.
López Barrios respondió que existe un operativo diseñado para la presencia permanente de elementos policiacos y de protección civil, para atender lo que sea necesario.
MEDIDAS DE SEGURIDAD
Agregó que habrá diez extintores móviles para ser usados en caso de ser necesarios, así como otros 20 que serán fijos en diversos puntos de las calles donde se llevará a cabo la tradicional feria.
Respecto al surtido de energía eléctrica, señaló que cada puesto y expositor tendrá su propio switch, que estará supervisado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Se revisará la instalación del Teatro del Pueblo que se ubica en la calle 20 de noviembre, para no generar problemas de movilidad, así como de seguridad, tanto para los vecinos como a los visitantes.
En cuanto a la instalación de las carpas que albergarán los puestos, así como el pintado de calles, se deberá realizar en horarios que no compliquen las actividades de vecinos de la zona.
LIMPIEZA E HIGIENE
Especial énfasis se dio respecto a colocar los puestos ubicados en la calle Morelos en espaldas; pues al ser colocados de frente, como en años anteriores, los huecos que se crean en la parte posterior son usados por algunas personas para realizar sus necesidades fisiológicas.
También exigieron que los lazos de los puestos no se amarren a edificios, casas y escuelas cercanas, por el daño que resienten, incluso en su estructura.