En poco menos de un año, se han registrado menos cuatro agresiones físicas de importancia por parte de automovilistas y motociclistas hacia agentes de Tránsito y Movilidad de Tulancingo.

El saldo ha sido de lesiones físicas de importancia para dichos servidores públicos.    

Sólo en uno de los casos se presentó denuncia legal, pero aún no hay resolución de las autoridades judiciales a casi un año de que un oficial de la dependencia fuera lesionado con arma blanca por parte de un hombre de 21 años.

LESIÓN A POLICÍA

La agresión ocurrió durante un operativo alcoholímetro el 17 de septiembre del año pasado, cuando el oficial de Tránsito y Movilidad que apoyaba en el operativo fue lesionado en el rostro, lo que implicó atención médica urgente.

Días después, el 5 de octubre del 2022, dos oficiales mujeres, de 25 y 32 años, fueron embestidas por un motociclista que no portaba casco, al momento que se le marcó el alto para revisión.

Las oficiales cayeron al suelo, y otro de sus compañeros evitó que fueran atropelladas por un automóvil que en ese momento circulaba por la misma calle, ya que logró marcar el alto.

El motociclista, de 23 años fue detenido metros adelante, y además fue sancionado por no portar el casco, así como tampoco licencia de conducir, se obligó a pagar las atenciones médicas a las oficiales, quienes sufrieron esguince cervical y lesión en una de sus piernas, respectivamente.

UNA AGRESIÓN MÁS

La agresión física de gravedad hacia un agente vial, se registró el pasado 8 de abril, también en un operativo alcoholímetro.

Cuando al conductor de un automóvil se le pidió realizarse la prueba de alcohol en la sangre, del vehículo bajó un sujeto, quien golpeó en la boca a la oficial de 33 años, causándole una lesión que requirió atención médica.    

Ambos individuos fueron sancionados, en un caso al registrar alto nivel de alcohol en la sangre, y el otro, por la agresión física citada.

Al respecto, Berenice Osorno Rodríguez, titular de la Dirección municipal en Tulancingo de Tránsito y Movilidad confirmó que sólo en el primer caso relatado existe un proceso legal abierto, pero sin resolución aún a casi un año de ocurrida la agresión.

En el resto de los casos, los agresores cumplieron con horas de arresto por las faltas cometidas y llegaron a acuerdos reparatorios con las oficiales de Tránsito y Movilidad agredidas.

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