La facilidad con la que pueden adquirir chips para teléfonos celulares permite que extorsionadores puedan llamar a sus víctimas, sobre todo para solicitar dinero, sin ser detectados por las autoridades.
El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tulancingo, Rafael Guerrero Gómez, detalló que las víctimas de dicho delito en muchas ocasiones no denuncian por temor a represalias, e incluso no dan la importancia debida a la situación.
Ya es muy sencillo adquirir varios chips para telefonía celular; entonces, lo que hacen los delincuentes es ir rotando varios chips para realizar llamadas de amenaza solicitando dinero”, explicó.
MÉTODO DELICTIVO
Cuando el delincuente ha realizado varias llamadas con el mismo chip y considera que puede ser ya detectado por las autoridades, desecha el dispositivo para comunicación vía celular.
Por ello es complicado ubicar el sitio de donde provienen las llamadas de extorsión, así como tampoco es sencillo, por lo menos, establecer a qué compañía telefónica corresponden las llamadas de extorsión.
HASTA MIL LLAMADAS
Guerrero Gómez señaló que en el trimestre octubre-diciembre del año pasado fueron recibidas entre 8 a 10 denuncias por intento de extorsión vía telefónica.
Pero considera que a nivel Valle de Tulancingo pueden ser arriba de un millar de casos, pues la mayoría son reportados a líneas de auxilio de corporaciones federales o estatales de seguridad pública; insistió que en varios casos las víctimas ni siquiera denuncian la situación, por las causas ya señaladas.
EN CIFRAS
Un estudio realizado por la Dirección General de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, presentado la semana pasada, muestra a la extorsión en cualquier modalidad, como el delito con mayor crecimiento en México.
En el estudio, realizado con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública entre 2018 y 2023 por el investigador Jaime Del Río Monges, contabiliza un aumento en el número de casos del 26.02 por ciento.
RECOMENDACIONES
Guerrero Gómez recomendó como medida básica no responder llamadas provenientes de números desconocidos; en caso de hacerlo, no ofrecer información personal, ni dejarse intimidar, para posteriormente colgar lo más pronto posible.
Insistió en la necesidad de reportar ante las autoridades en materia de seguridad pública el número desde donde se intenta realizar la extorsión, tanto para investigar su origen, como para subirlo a la plataforma existente para ser detectado en caso de ser usado nuevamente.
De acuerdo a los reportes que se han atendido en el tema, son las personas adultas mayores, así como niñas, niños y adolescentes las principales víctimas de intento de extorsión, así como comerciantes y prestadores de servicios.