Montones de basura adornan a todas horas el sendero en el tramo que pasa por PIFSAL (Productores, Introductores de Frutas, Semillas y Abarrotes) Tulancingo, lo que interrumpe el paso peatonal de atletas y ciclistas, ante una controversial labor de la dirección de Recolección de Residuos Sólidos Urbanos dependiente del gobierno local.
Conocida como la Central de Abasto, en funcionamiento desde hace 42 años, ha representado un constante reto para las administraciones municipales, en varios sentidos, principalmente en el manejo de los desechos.
Aún se alcanzan a ver lonas que hacen referencia que no se deben sacar los desperdicios hasta oír el audio del camión recolector.
REDUCIDO ESPACIO VEHICULAR
Las diseñadas como avenidas se convirtieron en reducidas calles de un solo sentido, en las que los camiones pesados ocupan prácticamente lo ancho que han dejado como cinta de rodamiento, ante el permiso de que los locales establecidos extendieran sus puestos al exterior, ocupando buena parte del espacio vehicular.
Los mismos locatarios aseguran que deben dejar las bolsas con desperdicios de toda índole sobre el sendero, ya que los camiones recolectores no pueden hacer el servicio al interior la zona comercial, no obstante, pasan por lo menos dos veces al día.
Otros más, de los establecidos en la zona frente a la avenida principal, cerca de donde estaban las vías del tren convertido en el sendero para caminantes y ciclistas, aseguran que desconocen horarios de recolección e incluso no han visto a los camiones, por lo que les es más fácil dejar las bolsas y cajas en las esquinas.
En las pasadas campañas electorales, durante la visita del ahora diputado local por Morena Arturo Gómez Canales, se comprometió apoyarlos desde el Congreso de Hidalgo en los trámites y gestión para que cuenten con una nueva Central de Abasto, petición que han hecho desde hace 15 años integrantes del PIFSAL Tulancingo.