Un niño de 13 años murió luego que accidentalmente se accionó un rifle de diábolos cuando estaba junto con otros dos menores de edad, en Tezoquipa, perteneciente a Cuautepec.
La Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPEH) señaló que se trató de un deceso accidental y no por una bala perdida.
No obstante, personal de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH) emitirá el dictamen pericial correspondiente, agregó la dependencia.
De acuerdo con los informes policiales, el niño se encontraba en compañía de sus primos de entre 13 y 16 años, quienes manipulaban el arma, propiedad del abuelo, cuando ocurrió el incidente.