A lo largo de la orografía accidentada de Zimapán, en el estado de Hidalgo, encontrarás una presa protegida por barrancos salpicados de cactáceas, cañones, grutas, manantiales secretos, un pueblo fantasma y bosques de niebla.

Zimapán fue integrado al programa Pueblos Mágicos por su historia minera y sus dramáticos paisajes que son el refugio de muchas especies de animales.

El pueblo fue fundado en 1522 por los conquistadores españoles. Su nombre original “Cimapán” cambió a “Zimapán” y, hoy en día, es el municipio más grande de Hidalgo con más de 870 kilómetros cuadrados con 39 mil habitantes.

Te damos la coordenadas para que descubras los mejores lugares que debes visitar cuando vayas al Pueblo Mágico de Zimapán.

Cerro de Cangandhó

Este extraño cerro de forma cónica se localiza a una hora al norte de la cabecera municipal de Zimapán, dentro del boscoso Parque Nacional Los Mármoles, segunda Área Natural Protegida más extensa de Hidalgo y el primer Parque Nacional del estado, decretado en 1936, de acuerdo con información de la Semarnat.

Además de las especies que ahí se protegen, como ocelotes y pumas, uno de sus atractivos son sus formaciones rocosas, entre ellas el Cangandhó, que guarda un secreto en la cima: una roca de color azul naturalmente imantada que, supuestamente, atrae cualquier objeto metálico. Podrás hacer senderismo y asombrarte con lo que, se dice, es un meteorito.

La presa de Zimapán

La presa, oficialmente llamada Central Hidroeléctrica Ingeniero Fernando Hiriart Balderrama, fue construida de 1990 a 1995 con el propósito de aprovechar el agua de los ríos San Juan, Tula y Moctezuma para generar energía eléctrica y almacenar agua para riego.

El embalse de la presa marca la división entre los estados de Hidalgo y Querétaro, y está dentro del Cañón del Infiernillo, con barrancos y paredes casi verticales de hasta 400 metros de altura.

Este escenario se ha convertido en un destino turístico que atrae a viajeros por sus inusuales paisajes y por las actividades que ahí se ofrecen: senderismo, paseos en kayak, en vela o en lancha, rappel y hasta observaciones astronómicas. Para un plan más tranquilo hay asadores rodeando la presa.

EL DATO. La presa, construida por la Comisión Federal de Electricidad y sede de varios torneos de pesca, tiene 280 metros de profundidad.

El pueblo fantasma

En Los Mármoles, ya de paso, no dejes de ir a Villa La Encarnación, un pueblo fantasma al puro estilo inglés que recuerda el pasado minero de Zimapán donde, incluso, se fundieron estructuras para construir la Torre Eiffel.

Andrade Travel (Tel. (772) 108 9913)  te lleva por 250 pesos por persona, con transporte y guía incluidos. La llamada Ruta del Bosque atraviesa este parque y el Sendero de los Duendes, un bosque en el que, según las creencias, habitan estas criaturas.

La atmósfera tiene un toque de misterio por lo solitario del lugar y la neblina que cubre el bosque.

Senderismo y excursiones en todoterreno

En el Cañón de San Cristóbal y en la pequeña localidad de Las Adjuntas puedes practicar senderismo y unirte a una travesía en vehículos 4×4, ambos organizados por touroperadoras. Sus paredes estrechas de roca te sorprenderán.

El Vigilante

Hay un tour de cinco horas en el Centro Ecoturístico El Vigilante. Descubre pinturas rupestres y un monolito de 15 metros de altura en el que, según la imaginación de la gente local, se pueden ver dos perfiles de un rostro humano que simbolizan “el bien y el mal, el día y la noche…” Incluye guía, entrada a miradores y paseo en lancha (mil 400 pesos por pareja).

Grutas de Xahjá

¡A darse un chapuzón! Escondidas en el Cañón del Infiernillo, en las Grutas de Xajhá fluyen aguas termales de hasta 40 °C que pueden ser recorridas en lancha o durante una caminata por un terreno irregular (hay que trepar rocas y atravesar arroyos).

Después, nada mejor que nadar para  desestresarse entre imponentes cañones y un río cristalino.

Tómalo en cuenta para tu viaje 

Zimapán forma parte de la Sierra Gorda hidalguense, aunque comparte algunas zonas con Querétaro. Está a unas tres horas y media de Ciudad de México y a dos horas con 20 minutos de Pachuca.

La mayoría de los atractivos de Zimapán puede disfrutarse todo el año. En el caso de las Grutas de Xahjá y Los Mármoles, la mejor época para ir es de noviembre a abril, debido a las lluvias. En septiembre y octubre los afluentes pueden ser peligrosos.

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