Con Lilly Téllez tenemos la valentía de quien no tiene pelos en la lengua para decirle al partido en el poder y al presidente López Obrador lo que buena parte de la población quiere. Aguerrida, combativa y contundente en su discurso, goza de la experiencia de años de un presentador de noticias en televisión.
Al definir su intención de ser candidata a la Presidencia de la República, inicia la competencia por la candidatura en Va por México, la alianza de la oposición para 2024.
Aunque el exgobernador paisano Juan Carlos Romero Hicks lanzó su candidatura hace meses, pocos creen que su estilo morigerado y académico tenga alguna oportunidad.
En la pasarela están Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Santiago Creel y Mauricio Vila, actual gobernador de Yucatán del PAN.
El estilo del yucateco es opuesto al de la senadora Téllez. Es el gobernador que mejores relaciones tiene con López Obrador. A Yucatán le va bien con las inversiones que apoya la federación, en particular con el Tren Maya. Sabemos que es una obra incosteable y sin futuro, pero Vila tiene razón, porque si la 4T quiere tirar el dinero, lo mejor para él es que lo haga en su estado.
Los panistas adversarios de AMLO quisieran la confrontación permanente porque les viene del alma. El estilo es responder golpe con golpe y desacreditar la administración por sus múltiples errores. Vila actúa con algo que podríamos llamar inteligencia emocional en la política. A Yucatán le va muy bien porque no se confronta, presenta proyectos y tiene un trato siempre cordial con la institución presidencial. Tómese este ejemplo: en lo que va del año, López Obrador ha viajado cada mes a la península y siempre visita el estado donde tiene encuentros con Vila.
En Guanajuato no aparece desde el año pasado. Diego Sinhue Rodríguez Vallejo lo trata bien pero Guanajuato es el único estado que perdió en la elección de 2018. Alguna fobia le debió quedar. La obra consentida de AMLO es el Tren Maya, por eso su tenacidad para sortear todos los problemas legales, ambientales y de presupuesto. El invento costará el doble de lo presupuestado pero saldrá de la federación para beneficio de los estados sureños.
Aunque la oposición radical quiera candidatos como Téllez, el futuro puede conquistarse con el lenguaje de la concordia y la unión nacional. Puede ser que, después de 6 años de enfrentamientos diseñados desde la mañanera para conservar el poder, el modelo se agote.
Aún creemos que la mayoría de los mexicanos queremos vivir sin divisiones, en paz y con armonía política. Las naciones y las sociedades que avanzan más son aquellas que tienen prolongados periodos de unidad.
Vila, o cualquiera que sea el candidato de Va por México, puede invitar a los ciudadanos (los de Morena incluidos) a un gran pacto por un futuro de entendimiento y acuerdos para la prosperidad. A gritos y jaloneos perdemos el tiempo que usan otros países para salir del subdesarrollo.
Con pleitos, no podremos ver un mundo de oportunidades con los cambios geopolíticos. Tenemos el T-MEC, la geografía ideal para la producción de energías limpias; contamos con estabilidad económica y acceso a todos los mercados del mundo gracias a múltiples tratados de libre comercio. Desperdiciar el tiempo en pleitos o en combates ideológicos, lo único que nos traerá será más atraso y pobreza.