Después de 2 años las tasas de interés superan a la inflación. Con el nuevo aumento al referente del Banxico del 9.25% los ahorradores podrán, cuando menos, preservar el valor de su dinero. El INEGI publicó una inflación del 8.7% anual. El aumento frenará el crédito y, si logra su objetivo, también el alza de precios. También defenderá el valor del Peso frente al dólar .
El tema que muchos especialistas discuten es si ya debe de parar ahí el apretón. Los bancos centrales, si no actúan con rapidez para detener la inflación o si se pasan de la raya en el freno, lastiman a la población. Los expertos quieren siempre que el gobernador del Banco de México y su consejo puedan lograr un “aterrizaje suave de la economía”. El problema de México es que aún no despega o apenas lo hace y si sigue el aumento de tasas será un aterrizaje forzoso.
Antes de que termine el año las tarjetas de crédito, las hipotecas y los créditos a tasa variable quitarán parte del ingreso a los consumidores. Según información confidencial de un banquero, sus clientes tienen menos intención de pedir créditos y algunos prepagan los que tienen para ahorrar. Eso detiene proyectos, inversiones y empleo.
En Estados Unidos, y sobre todo en Europa, las tasas de interés son negativas. Tomemos el ejemplo de Inglaterra donde la inflación supera el 10% y los ahorros en Libras esterlinas sólo dan 3 o 4% de interés; derrumban el valor de lo que era una moneda firme. La Libra, de valer hasta 1.3 dólares cayó en algún momento a 1.03, casi la paridad con el dólar. Tuvo que intervenir el Banco de Inglaterra para rescatar la moneda. El Euro ahora vale apenas 97 centavos de dólar y 19.66 pesos. Hace dos años el Euro llegó a valer 30 pesos.
La “prudencia” del Banxico para frenar la inflación traerá consecuencias en la confianza de los consumidores pero sería peor permitir que la inflación se desbocara. Es el impuesto más caro para quienes menos tienen, deforma todo y por lo general permite que acaparadores y monopolios se queden con mayor parte del producto interno.
Otros “paganos” del alza en las tasas son los gobiernos endeudados, desde el federal hasta los estados y municipios. Cuando las tasas eran negativas (pagaban menos que la inflación), ganaban los deudores y perdían los ahorradores. El mejor ejemplo fueron las afores, que perdieron valor real y en algunos casos nominal. Seguro que en el 2023 deberán tener mejores números.
La estimación de algunos expertos es que la tasa de referencia no debe pasar del 10%. En eso puede ayudar el esfuerzo de la Reserva Federal. Si contamos los miles y miles de tráileres que a diario cruzan la frontera con Estados Unidos, comprendemos que el aumento de precios viene acompañado de las importaciones. De nada sirve que aquí nos apretemos el cuello y nos ahoguemos si los productos extranjeros se encarecen sin ton ni son.
Otra ayuda es la estabilidad del Peso, uno de los logros significativos del actual sexenio. Aún recordamos que el temor a la 4T hizo que al principio el dólar rebasara los 24 pesos.
La gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, da muestras de sensatez siguiendo el mandato de la institución: preservar el valor de la moneda ante todo, incluso con verdadera autonomía de quien la nombró, el presidente López Obrador.